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¿Qué esperar de la cuarta temporada de "La casa de papel", que estrena el viernes?

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La temporada 4 de La Casa de papel. Foto: Netflix

ESTRENO

Este viernes 3 de abril se estrenará la temporada 4 de la popular serie española de Netflix, junto con un documental sobre el fenómeno

Más de uno ya se estará lamentando: después de semanas de escuchar sobre el coronavirus 24 horas al día, el viernes se estrenará la cuarta temporada de La casa de papel y habrá un nuevo eje monotemático en las conversaciones. La pandemia no le impidió a la estrella española de Netflix ver la luz cuando lo tenía previsto, así que el 3 de abril se incorporará al catálogo una tanda de episodios que, para el confinamiento, vendrán muy bien. La casa de papel es ideal para el binge-watching, y si es de los que todavía no la vio, quizás quiera darle una chance desde el inicio. Esta vez, además, vendrá acompañada de un documental sobre el fenómeno que ha generado esta ficción, que contará con los testimonios de los involucrados delante y detrás de cámaras.

Aunque divide aguas, la creación de Álex Pina ha conseguido logros importantes y no se le puede discutir. Es la serie de habla no inglesa más vista de Netflix, lo cual ya es un montón; tiene varias nominaciones a los próximos Premios Platino, ganó un Emmy y así. Además, todos sus elementos —los monos rojos, las máscaras de Dalí, el canto “Bella Ciao”— funcionan muy bien a nivel de marketing.

El público es el responsable de este éxito que, claro, tiene una maquinaria de dimensiones atrás (básicamente, el servicio de streaming más popular de todos) pero que se las ha ingeniado para hacer de un argumento a priori limitado, algo pasible de potenciarse sin perder la gracia. Habrá que ver, desde el viernes, si para esta cuarta temporada esos puntos fuertes (el dramatismo, la acción y el vértigo) se mantienen. ¿Pero de qué partirán estos atracadores para un nuevo tramo de su aventura en el encierro?

La banda que comanda El Profesor (Álvaro Morte) terminó la tercera temporada en estado crítico porque, por primera vez, se les anticiparon a sus planes y a lo grande. La inspectora Alicia Sierra (Najwa Nimri) no necesitó demasiados minutos de pantalla para romper con una de las premisas absurdas de la serie, esa de que para cualquier imprevisto que se les presentaba, El Profesor ya había pensado y calculado alguna alternativa.

Con la nueva inspectora a cargo, esta lógica ilógica se rompió. Las consecuencias fueron un disparo al pecho de Nairobi (Alba Flores), que se debate entre la vida y la muerte; y una falsa ejecución de Lisboa, antes la inspectora Murillo (Itziar Ituño), que quebró completamente al líder intelectual y anímico de toda esta pandilla. Las heridas, físicas y emocionales, fragmentaron al grupo que sigue dando pelea desde adentro del Banco Nacional de España, en el que se metió para rescatar a Río (Miguel Herrán), misión que ya fue cumplida, pero también para dar un golpe letal al sistema y ventilar sus trapos sucios.

Con la entereza y los vínculos corrompidos, y casi que sin nada para perder, Tokio (Úrsula Corberó) y sus compañeros tendrán, a juzgar por los avances, una temporada más amarga, intensa y dramática que las anteriores. Allí estarán Lisboa otra vez teniendo que elegir en qué bando estar; el jefe de Seguridad del Banco de España como un rehén liberado que, desde el atraco, empezará a operar para afuera; y los propios atracadores con el desafío de moderar sus impulsos para no cometer una tontería y, quizás, una masacre. Y para no perder lo único que les queda, una pequeña esperanza.

La temporada 4 de La Casa de papel. Foto: Netflix
La temporada 4 de La Casa de papel. Foto: Netflix

“Abrimos un hueco para poder trabajar con la identidad de los personajes, que al final es la esencia de La casa de papel”, dijo su creador, Álex Pina, en una entrevista reciente, para adelantar de qué vendrá este nuevo ciclo. “Pero te aseguro que la vuelta a la órbita, la vuelta al ritmo, es muy poderosa. Es la conversión más salvaje que hemos hecho en la serie”, afirmó, aunque aclaró que tomaron, para la temporada cuatro, “decisiones que incomodarán al espectador o con las que no estará de acuerdo”.

Según Pina —que además adelantó que Belén Cuesta, que apareció en la tercera temporada como una rehén más, tendrá mayor peso—, habrá más riesgo y menos confort en los próximos capítulos, que volverán a concentrarse en los personajes pero sin perder esa pomposidad que la serie ganó, para bien, en su tercera entrega. O sea que habrá caos, hacia adentro y también hacia afuera. Y está por comenzar.

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