Esta semana

El actor sorprende otra vez en la nueva película de Adam McKay, nominada al Globo de Oro

Ese titular de “Christan Bale, irreconocible” para tal o cual papel, lo hemos leído incontables veces. Su capacidad camaleónica ha quedado inmortalizada en el cine en una variedad de personajes y aspectos físicos, que lo han convertido en una suerte de referencia para directores, cuando necesitan a un protagonista versátil y capaz de convencer a la audiencia.

Bale fue, por ejemplo, un corpulento superhéroe en la trilogía Batman que dirigió Christopher Nolan, y antes de esos tres títulos, se mostró fornido en Psicópata americano. Más adelante, su extrema flacura fue una característica tanto en The Machinist como en El ganador; y luego, fue un panzón tirando a calvo en Escándalo americano. Para el estreno de esta semana sigue esa misma línea, aunque también gana en años, porque el personaje que le toca interpretar es veterano.

Pero además de sus transformaciones físicas, en cada uno de estos trabajos Bale mostró su capacidad actoral y logró personajes convincentes. Las reseñas internacionales indican que en El vicepresidente, película que llega a salas uruguayas este jueves, repite con una gran actuación, y para algunos críticos, eso es lo único a destacar.

El vicepresidente es lo nuevo de Adam McKay, el de La gran apuesta (también con Bale), que le valió unas cuantas nominaciones al Oscar y un premio a mejor guion adaptado. Parecía que la intención era, con este estreno, meterse en la pelea en la temporada de premios, y aunque habrá que esperar cómo se desarrolla todo, por lo pronto está nominada a los Globo de Oro. Compite como mejor comedia o musical, actor de comedia o musical (Bale, claro), mejor actriz y actor de reparto (Amy Adams y Sam Rockwell, por su desempeños), mejor director y guion.

Bale, también nominado a los premios del Sindicato de Actores por este papel, es quien lleva las riendas de la biopic sobre Dick Cheney, vicepresidente de Estados Unidos durante el gobierno de George W. Bush, y señalado como el artífice de algunas de las decisiones más controversiales de la gestión. Cheney se ganó fama de trabajar en las sombras, y se implicó con las industrias militares, petroleras, y con la Guerra de Irak.

“Tenés que darle todo a cada rol que hacés”, le dijo Bale a la prensa estadounidense al respecto de este papel, y contó que vio una cantidad de entrevistas de Cheney, para tratar de capturar su esencia y no hacer una imitación. “Me gustaría que la gente solo viera en la pantalla a Cheney y no a mí”, comentó. Desde el jueves, los uruguayos podrán hacerlo.