EN LA ZAVALA MUNIZ

Salandrú debutará hoy en el Teatro Solís, con un show en la Sala Zavala Muniz que encima, será con entradas agotadas. Será una noche de estrenos y una presentación que servirá de empujón de cara a lo que viene: la grabación del segundo disco, el sucesor de Pinturas en lo alto, de 2016.

La banda, que es joven aunque lleva unos cuantos años en la escena, llega al recital con el estreno de “Sábana”, un simple que sintetiza parte de las muchas influencias presentes en el primer álbum, y que desde adentro ven como una transición. “La banda se caracteriza porque tiene muchos compositores, entonces hay una variedad muy grande entre las canciones”, dice la cantante Matilde López a El País, “pero el espíritu, la producción y el tratamiento final se mantiene. Hay un estilo de Salandrú".

Hoy, en tanto, el colectivo nota que está virando hacia un lugar más rockero, que es el que se explotará en el segundo álbum, que contará con la producción de Federico Graña y Nicolás Román, de Los Prolijos.

“La mirada en el primer disco es más contemplativa hacia el exterior, un agradecimiento al cielo y la naturaleza”, dice el cantante y baterista Francisco López, “y ahora, desde las individualidades, nos dimos cuenta que habíamos ido juntos a una introspección”. “Pero esto es una continuación: no estamos queriendo olvidarnos de Pinturas..., si no que este segundo disco se va a revalorizar teniendo esa antesala”, señala.

Salandrú, que le da vital importancia al mensaje y a una “narrativa literaria”, se encuentra en esta nueva etapa de búsqueda artística, sabiendo además que hay, ya, un público que está ahí, pendiente de las novedades y de lo que tengan para dar.

“Hay un público generado y es realmente muy fiel, y creemos que se da por esa convicción de la banda: se transmite algo bastante puro, que contagia un estado del que una generación disfruta”, aseguran.