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Passenger dará un show esta noche en el Antel Arena, y antes cantó para El País

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Passenger cantando "Hell or High Water". Foto: El País.

ENTREVISTA

Esta noche, Passenger se presentará en el Antel Arena; antes del show, el músico británico repasó su vínculo con Uruguay y cantó "Hell Or High Water" para El País

El recital que Ed Sheeran ofreció en Montevideo en febrero de este año no solo fue especial por el hecho de que una de las mayores figuras del pop mundial presentara sus canciones en suelo uruguayo, sino que aquel show fue el comienzo de una estrecha relación entre Passenger -su telonero- y Uruguay.

“Tengo solo una canción muy conocida, así que la voy a tocar como siete veces””, había dicho el músico inglés al comienzo de su show en el Estadio Centenario. Además de tocar su éxito mundial “Let Her Go”, el músico presentó canciones como “Survivors” y “Fairytales & Firesides” que se fueron ganando el interés del público que fue a ver a Sheeran. Tan grande fue el interés por su canción que, luego de que Passenger -cuyo nombre es Michael Rosenberg- comentara que le gustaría reencontrarse con el público local a pesar de no haber incluido a Montevideo en su gira latinoamericana, en Twitter comenzó a circular el hashtag #PassengerBackToUy con el objetivo de alentar al músico a volver a Montevideo.

Cuando el hashtag se volvió tendencia en la red social, el británico se animó a organizar un show en Montevideo Music Box. “Nunca hicimos esto antes. ¡Es una locura! Tendremos sólo una semana para vender las entradas. Cuento contigo, Uruguay”, escribió en sus redes. Las entradas se agotaron en menos de 10 minutos y sorprendió al cantante. “Esto es una locura”, escribió en su cuenta de Instagram.

Luego, agregó una función de matinée para los que se quedaron sin entradas, y también la agotó en 10 minutos. Con los dos conciertos realizados el 8 de marzo, Passenger terminó de confirmar su idilio con el público uruguayo y ofreció un repertorio íntimo que se definió por la constante comunicación con el público.

Ahora, para cerrar el año, el británico vuelve a Montevideo pero por un show mucho más grande: el Antel Arena. A partir de las 21.00, el músico actuará con guitarra y voz (entradas en Tickantel). Antes del concierto, Passenger habló y cantó para El País.

—¿Cómo te sentís al regresar a Montevideo tras los dos shows con entradas agotadas?

—Es muy emocionante. Vengo esperando este reencuentro desde ese momento. Es muy bueno poder hacer un show tan grande. Uruguay es muy especial para mí.

—¿Cómo recordás los shows junto a Ed Sheeran en el Estadio Centenario, y los dos en Montevideo Music Box?

—Soy muy fanático del fútbol, así que fue muy especial tocar en el Estadio Centenario. Toqué cinco shows con Ed en Sudamérica, pero el recital en Uruguay fue muy diferente del resto. Todos estaban sentados y había un ambiente muy calmo. Estoy muy contento de haber podido contar historias y tocar algunas canciones tranquilas. Fue una noche muy especial. Luego, los shows de Montevideo Music Box fueron una locura. Cambiamos los planes de la gira solo para volver y hacer dos shows en un día. Fue muy difícil conseguir lugar con tan poca antelación y por eso tuvimos que hacer dos shows chicos. Nunca había hecho eso antes durante mi carrera, y menos un show de matiné. Fue agotador porque habíamos tocado en Buenos Aires la noche anterior y volamos en la mañana para tocar acá a las 17.00 y a las 21.00. Fue algo muy especial. Siento que hay una relación especial con Uruguay.

—En tus recitales son muy importantes la narraciones de historias en los espacios entre canciones. ¿Es una manera de acercarte más al público?

—Sí, totalmente. No tengo una banda detrás, sino que estoy solo con mi guitarra, así que tengo que hacer algo interesante para hacer que el público se involucre. Cuando hago un recital siempre trato de hacerlo lo más inclusivo posible. A veces vas a un show y la banda no habla en ningún momento, solo tocan sus canciones. El público y la banda están muy separados, pero yo no quiero que la gente se sienta así en mis recitales. Quiero que todos estemos juntos, seamos iguales y que la gente esté allí para sentir algo. Por eso cuento historias y chistes entre canciones. Hago todo lo necesario para que la gente se relaje y se sienta lo más cercana posible.

—Bueno, en el show de matinée de MMBox tocaste “I Hate” y mientras ennumerabas las cosas que odiás alguien del público gritó “Asma”...

—Sí, ¡es verdad! Todavía sigo odiando el asma (Se ríe). Esa canción es el ejemplo perfecto de cómo traer un poco de humor al show. La gente que solo conoce “Let Her Go” debe pensar que Passenger se trata únicamente de canciones tristes y bla, bla, bla. Pero mi trabajo consiste en tratar siempre de mostrar que soy mucho más que eso. Sí, es verdad que hay canciones tristes, pero también hay canciones divertidas, políticas; hay muchas ramas relacionadas a lo que hago.

—Después de los dos shows en Montevideo, te presentaste en Sudáfrica junto a Ed Sheeran. ¿Cómo es la experiencia de viajar por todo el mundo con tu música?

—Yo sé que es un cliché, pero la música es un idioma que todo el mundo comprende. No tenés que manejar un inglés perfecto para poder entender lo que digo, y eso es mágico: puedo ir a todos esos países y comunicarme de una manera tan profunda con la gente sin que necesariamente nos entendamos perfectamente. Creo que eso es espectacular.

—En el recital de Montevideo Music Box comentaste el éxito de la canción "Let Her Go" comenzó en Holanda. ¿Cómo es la historia?

—Lanzamos "Let Her Go" y por nueve meses no pasó nada. Luego recibimos un mail de un tipo de Holanda que era programador de radio, que me dijo que cuando estaba entrando a un café en Ámsterdam escuchó "Let Her Go', lo shazameó y le salió mi nombre. Entonces me dijo que quería pasar la canción en la radio. Apenas lo leímos pensé: "¿quién es este tipo? Tal vez sea cool, tal vez no". Pero bueno, dijimos que sí y dos semanas después era la canción más escuchada en Holanda. Tres semanas después de eso, pasó a ser número uno en Bélgica, Alemania y toda Europa. El resto es historia. Lo que amo de esa historia es que si esa persona no hubiera entrado a ese café a esa hora y no hubiera escuchado esa canción, tal vez la historia no sido la misma. Creo que la vida es así; no puedes cuestionarte nada porque sino es un caos (se ríe).

—Empezaste tu carrera tocando en las calles. ¿Cómo podrías definir el desafío de lograr que las personas se queden a escuchar una canción completa o, incluso, comprarte un disco?

—Bueno, hay días que son muy buenos y otros muy malos. Hay días increíbles porque salís a tocar, se arma un grupo para escuchar tus canciones y les vendés 100 discos, pero hay otros días que son pésimos: llueve, la policía viene para sacarte y te encontrás con una serie de desastres. Pero ese fue un excelente entrenamiento para lo que hago ahora. Siempre digo que si sos capaz de tocar en las calles y lograr que la gente se interese en tu música —porque ahí nadie sabe quién sos y no hay una sola razón para que se detengan a escucharte—, quiere decir que sos capaz de tocar en cualquier estadio del mundo.

—¿Qué ventajas encontrás en presentarte en un formato de guitarra y voz? ¿Se genera un mayor contacto con el público?

—En la época de tocar en la calle y en bares era muy importante porque te permite ser muy flexible: no tenés ningún drama de que el bajista no pueda, ni el guitarrista. En cambio, cuando estás con tu guitarra, el show solo depende de ti. Eso fue fundamental desde el primer día. Ahora lo sigo haciendo porque mi música está muy relacionada con historias y creo que mientras más elementos pongas alrededor más se puede confundir la letra y se complica llegar al mensaje. La gente está acostumbrada a escuchar bandas de rock en vivo con luces y pantallas detrás, pero creo que es muy refrescante cuando te acercas a escuchar a un tipo con su guitarra y su voz. Creo que así la gente puede entender mejor el mensaje.

—En tu último disco, "Sometimes it's Something, Sometimes It's Nothing At All", tocás junto a un cuarteto de cuerdas. ¿Sentís que eso le agrega más calidez a tus canciones?

—Sí, mi último disco se centra únicamente en mi guitarra junto a un cuarteto de cuerdas. Es algo que siempre quise hacer y es muy emotivo. Creo que cada álbum es diferente. Ya hice 11 discos y no todos son perfectos y no estoy orgulloso de todas las canciones, pero sí me siento orgullosos de que todos sean diferentes. Es una progresión. Recuerdo que el primer disco que hice me tuvo demasiado preocupado por todo: tenía que estar todo perfecto, pero ahora es simplemente el placer de hacerlo. En este momento busco el sentimiento y no el perfeccionismo. Cuando una canción me hace sentir algo es cuando me doy cuenta de que está terminada. 

¿En algún momento luego de haber publicado “Let Her Go” te sentiste inseguro respecto a la posibilidad de no volver a componer otro éxito de ese tamaño?

—Bueno, podés verlo de dos maneras: por una parte podés sentir la presión de tener que escribir 10 canciones número uno y ser Elton John, o, por otra parte, podés decir: “Qué increíble tener una canción así”. Muy pocas personas logran en su vida tener una canción como “Let Her Go”, así que estoy muy contento. Si surge alguna otra, cool, va a ser bienvenida. Y si no llega a pasar, estoy muy feliz con mi carrera. Creo que lo bueno de eso es que puedo caminar tranquilo por Montevideo y que la gente no me reconozca, pero después puedo ir a tocar al Antel Arena. Me siento muy feliz de poder tener ese balance en mi vida.

—¿Cómo recordás la sensación de encontrarte con el hashtag #PassengerBackToUy tras el show de Ed Sheeran?

—Fue muy loco. Nos fuimos a Argentina con Ed Sheeran luego del show de Montevideo y luego del show en Argentina había un 10% de los comentarios eran de argentinos y el resto eran todos de uruguayos. "¿Qué está pasando?", me pregunté. Fueron unos días muy locos porque sentíamos que necesitábamos cambiar todo y volver a Uruguay. Necesitábamos volver y fue un poco estresante, pero mirado hacia atrás, fue un momento increíble.

—Vendiste todas las entradas en menos de 10 minutos...

—Sí, eso fue muy gracioso. Estábamos en la carretera en Argentina y teníamos una conexión muy mala de internet. Cuando las entradas salieron a la venta, pensamos que había habido un problema con la página para comprarlas y dije: "No, no puedo creer esto". En seguida llamé a mi mánager y le dije: "¿Qué está pasando con la página?" Y me dijo: "No, hay ningún problema. Están todas las entradas vendidas". ¿Qué? (se ríe) No lo podía creer. Los dos shows se vendieron en 10 minutos. Nunca voy a olvidar ese día.

—¿Qué podrías adelantarnos del show de esta noche en el Antel Arena?

—Va a ser un show similar al que ya hemos hecho. Soy yo, sin ninguna banda, voy a estar solo con mi guitarra. Voy a presentar algunas canciones diferentes, otras nuevas y voy contar nuevas historias. Pero, en resumen, será lo que es Passenger: simplemente un chico con una guitarra y sus canciones. No puedo esperar para tocar en Uruguay porque cada show aquí fue perfecto. Pienso que hoy será una de las noches más especiales.

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