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Julieta Venegas, una artista que se está reconectando con su obra, llega al Teatro Solís

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Julieta Venegas en el Teatro 28 de Febrero (Mercedes). Foto: Jorge Ríos.

PERFIL

Este sábado, la cantante mexicana llegará al Teatro Solís para presentar "Íntimo", un recital unipersonal donde la cantante reversiona sus canciones y toca varios instrumentos

Julieta Venegas se encuentra en un período de transición. La cantante mexicana, que en 2006 se consolidó como una de las principales exponentes de la canción latinoamericana gracias al disco Limón y sal, está apostando a reconstruir su relación con la música. “Tuve que desarmar lo que venía haciendo porque sentía que cada vez me estaba desconectando más de mi necesidad de haber música”, le dijo Venegas a El País en junio, durante una de las paradas de su gira de ocho fechas por teatros del interior uruguayo.

Y la manera que la cantante de “Me voy”, “Lento” y “El presente” encontró para poder reconectar con sus raíces fue proponer un concierto unipersonal donde se encarga de generar un hilo conductor a través de un repaso de su repertorio, versiones de músicos a los que admira y la presentación de varias canciones que todavía no fueron grabadas. Sobre esa consigna se construye Íntimo, el show unipersonal donde Venegas se pasea por el piano, la guitarra, el cuatro y el acordeón, y que presentará este sábado a las 21.00 en el Teatro Solís (entradas a la venta en Tickantel).

“Estoy en un momento en que necesito inventarme las maneras de hacer las cosas. No puedo ni siquiera pensar en cómo volver a la rutina que estoy haciendo mucho tiempo”, dijo Venegas. Y, además de ese espectáculo que presentó en el interior uruguayo, esta especie de renacimiento de su carrera viene acompañado de unos cuantos cambios en su estilo vida. El más significativo es la vida fuera de México: en 2017, la cantante se mudó a Buenos Aires, donde vive con su hija una vida alejada de los grandes escenarios. Incluso, es posible toparse por accidente con la ganadora de seis premios Grammys en alguno de los asientos de los trenes y los subtes bonaerenses. “La gente me dice mucho: ‘te pareces a una cantante mexicana’”, le comentó Venegas al diario La Nación en una entrevista que ofreció en septiembre del año pasado.

Además del cambio de país, la cantante también se animó a acercarse a nuevos ámbitos por fuera de la música. El principal encuentro fue con la literatura, una pasión que refleja en su cuenta de Instagram. En los últimos dos años participó de varias ediciones del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires, donde presentó sus canciones e incluso musicalizó poemas (“Sola”, de Idea Vilariño, es uno de ellos). Pero, por si fuera poco, Venegas se animó a la actuación de la mano de La enamorada (ver recuadro), una obra unipersonal dirigida por Guillermo Cacace, que está celebrando sus últimas fechas en Buenos Aires.

íntimo

Otro formato para los shows

Uno de sus últimos shows en Uruguay antes de su gira por el interior había sido en 2016, cuando llegó al Teatro de Verano para presentar Algo sucede (2015), un disco optimista con varios toques del pop ochentero (“Algo sucede”, “Explosión”, “Esperaba” y “Parte mía”). En aquel recital, Vengas se acompañó de su banda y eligió un repertorio que se basaba en la mezcla entre esas nuevas canciones con esos clásicos que, a lo largo de una carrera de más de 20 años, la ayudaron a vender 12 millones de discos en todo el mundo.

Sin embargo, la gira que presentó en el interior del país se centra en un formato totalmente distinto. “Es un show mucho más simple, es como volver a la esencia y compartir canciones de una manera bien directa”, le había dicho la cantante a El País en junio. Y esa comunicación directa entre artista y público es lo que el público podrá comprobar este sábado en el Teatro Solís.

Dejando de lado los arreglos que le dieron cuerpo a éxitos como “Limón y sal”, “Eres para mí”, “Lento” y “Andar conmigo”, Venegas desnuda sus canciones para llevarlas hacia su expresión mínima. Así, se mueve entre diferentes instrumentos, le da espacio a la improvisación, cuenta historias antes de cada canción y, especialmente, sonríe mucho cuando presenta las canciones que todavía no forman parte de ningún disco.

“No tengo una idea de grabar, necesariamente”, dijo Venegas. “Quisiera no tener que seguir la lógica de ‘tienes las canciones, ahora grábalas y sal de gira con ellas’. Eso es justo con lo que estoy peleada. Tengo que buscar otra manera”. Y parece que esa forma es el encuentro de esas composiciones con el público. Tal vez sea por eso que en los shows que presentó en Mercedes y Paysandú —a los que este cronista asistió— uno de los momentos más íntimos haya sido la presentación de “Déjenla dormir”. Sentada frente al piano Kawai del Teatro 28 de Febrero, de Mercedes, la mexicana le cantó al movimiento de la Ola Verde que surgió en los últimos años en Buenos Aires con el objetivo de visibilizar la importancia del aborto legal, seguro y gratuito en Argentina.

Además de la emotividad de la letra y de la calidez de su voz, en aquella canción —que se puede encontrar en YouTube, en una versión filmada en un bar de Buenos Aires— resaltó la libertad para improvisar en el instrumento. “Estoy recuperando un espacio musical mío: desde el deseo de sentarme al piano, porque lo necesito, hasta el hacerlo en los shows y sentir que es una especie de terapia y no una rutina. Me encanta tocar, pero cuando la gira se convierte en una cosa tan estructurada es difícil ese espacio de improvisación”, explicó.

Lo mismo sucedió con “Palabras”, una canción optimista que escribió como un regalo para un amigo mexicano que estaba pasando por un mal momento. Con su guitarra acústica, invitó a corear un estribillo ideal para levantar el autoestima: “Si hay palabras que te ayudan a seguir, cántalas, cántalas / Si hay palabras que te ayudan a sobrevivir, cántalas, cántalas”.

Julieta Venegas está volviendo a encontrarse con su obra y el show de este sábado en el Teatro Solís será una buena oportunidad para que el público que la conoce desde hace años se permita hacer lo mismo. Las versiones son diferentes, pero el sentimiento es el mismo.

"la enamorada"

La actuación, una nueva faceta en su carrera

Este año, Julieta Venegas se planteó un nuevo desafío: la actuación. En agosto, se estrenó La enamorada, un unipersonal con textos de Santiago Loza y dirigida por Guillermo Cacace. “Respeto mucho a la actuación, me parece un oficio precioso; pero yo no soy actriz, no es mi impulso”, admitió a La Nación en una entrevista realizada en agosto.

Lo más interesante para las personas que no pudieron acudir a la obra que está presentando sus últimas fechas en el Teatro Picadero de Buenos Aires, es la publicación de un disco con las canciones que forman parte de la obra de teatro. Son nueve composiciones —ninguna de ellas fue presentada en su gira por el interior uruguayo— y siguen la línea narrativa de La enamorada. Es por eso que si el oyente no acudió a ninguna de las funciones, le sea más difícil entender el contexto que da paso a canciones como “Hermano japonés” y “Gente decente”.

Pero, más allá de esos dos ejemplos, hay canciones excelentes como “Seguiré viva”, la canción que cierra el espectáculo y que habla sobre cómo el recuerdo es capaz de sobrepasar la muerte: “Todo vuelve a comenzar es el ciclo de la vida / No tenemos despedidas / Si me recuerdas tú, seguiré viva / Por tu memoria y tú, seguiré viva”.

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