La propia discoteca
Un canon musical semanal y personal. Hoy: "Outlandos D' Amour" de The Police
Para aquel que justo en este momento se está preguntando cuál es el mejor disco de The Police, no hay respuesta precisa. Y la grieta entre las dos posibilidades más evidentes representa una forma de ver el rock. Hay quienes prefieren Zenyatta Mondata; hay quienes van por Synchronicity.
Los primeros prefieren la sofisticación tirando a punk reggae, que nos hizo creer que detrás de ese trío rubio había sorpresa y hasta rebeldía nuevaolera. Zenyatta sintetizaba como nada todo el potencial de la fórmula, y aventuraba caminos futuros. Esas sendas quedarían más evidentes en Synchronicity, que además presagiaban lo que haría Sting como solista: una madurez acomodada entre el jazz y el pop para adultos.
Para ser justos una tercera opción es Outlandos D’amour, el primero y una, ahora sí, espontaneidad que nunca más recuperarían. Así que, de contra, vamos por este disco iniciático de una banda que jugaría (y un poco juega) en las grandes ligas de la historia del rock.
Acá están canciones exitosas (“So Lonely”, “Roxanne”, “Don’t Stand so Close to Me”), verdadera encarnación del reggae de ojos azules en las que Sting Summers y Copeland disimulaban su virtuosismo jazzero y prog rock del que provenían, aunque no pareciera. Y así conseguían ese perfume de espíritu adolescente en tiempos contra los que otros se oponían a los gritos, y ellos, con arreglos y estribillos plegadizos. Cada uno pelea con lo que tiene.