Resumen

Con un invitado de lujo que hice una propuesta parrillera que sacó a todos de su zona de confort, Fuego sagrado tiene desde ahora los primeros cuatro finalistas que en dos semanas se unirán con los cuatro clasificados del próximo lunes, para encarar una siguiente fase del concurso.

El chef Julio Sotomayor, propietario del restaurant Nova en Ourense, Galicia por el que consiguió una estrella Michelin, dio una master class de productos del mar que Juan José, Jessica, Pipo, Sebastián y Andrea siguieron con atención y sacando apuntes. El desafío se presentaba de los complicados porque lo que Sotomayor hacía ver tan sencillo, era una propuesta totalmente ajena a las rutinas del asador uruguayo.

Con tal maestro estaba claro que la cosa venía por una combinación de productos de mar y de tierra. Así, los cinco participantes tenían que entregar tres tapas de mar y había que hacerlo en 60 minutos. Y tuvieron 120 segundos para elegir sus ingredientes: se llevaron todo lo que encontraron en el improvisado supermercado.

Como ganadora del mejor plato de la competencia anterior, Jessica tuvo el beneficio de sacarle un ingrediente a los otros competidores. "Van a tener una muestrita de la Jessica competitiva", adelantó la ama de casa de la Barra de Maldonado. Así desarmó algunos de los planes de los otras mesadas incluyendo unas granadas que eran el ingrediente estrella de la "criollita" de Juan José.

Con Sotomayor recorriendo las mesadas y asistiendo a los participantes (algunos tratando de mantener la compostura ante la incertidumbre de lo nuevo), la prueba mostró a los participantes a pura ansiedad. Hubo algunas complicaciones con el humo y con los puntos de las vieiras o el pulpo. El chef español trataba de dar una mano.

Finalmente, y tras la ya tradicional arenga de Aldo Cauteruccio, uno de los jurados, entregaron lo que pudieron. El nivel fue desparejo y todos mostraron algún inconveniente en su presentación. El aplauso para el asador, eso sí, fue merecidamente para Pipo, a quien el jurado felicitó por sus progresos desde el comienzo del programa. Pipo se emocionó y dedicó el reconocimiento (que viene acompañado de un pin y un regalo de uno de los auspiciantes) a sus hijos, siempre presentes en sus presentaciones.

Jessica también pasó directo a la nueva fase del programa, aunque el jurado, donde también están Lucía Soria y Federico Desseno, señaló cierto desorden en los últimos 15 minutos de la prueba.

Así pasaron a la ronda de eliminación, Sebastián, Juan José y, por primera vez, la ganadora de dos "aplausos del asador", Andrea.

Como para compensar, la prueba final fue un clásico asado uruguayo con chimichurri. Por el entusiasmo con que lo probaron los jurados, estaba claro que el de Juan José era, lejos, el mejor. 

Más parejos y con reparos repartidos, finalmente entre un polémico chimichurri con pera de Andrea y una tira tirando a cruda de Sebastián, el jurado prefirió la primera opción y Sebastián, uno de los participantes más simpáticos del envío, debió entregar su cuchillo y dejar la competencia.

"Se fue un hermano", dijo Juan José y el jurado pareció particularmente movilizado por la decisión. Destacaron su sonrisa incluso ante la adversidad. Le volvieron a pedir, ahora en broma, que ordenara su mesada.

La semana que viene, el equipo B quedará también con cuatro competidores; el desafío, por lo que se vio en los adelantos, viene por el lado de las hamburguesas.?