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Rodrigo Lussich, el nuevo conductor de "Intrusos": "Todo ha sido muy vertiginoso"

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Rodrigo Lussich, conduce "Intrusos". Foto: Difusión

ENTREVISTA

El conductor nacido en Uruguay habla de su carrera, cómo es llenar los zapatos de Jorge Rial en el programa más conocido del mundo de la farándula

Nació en Uruguay, aunque ha construido una gran carrera en la televisión porteña en dos décadas que lleva trabajando en el riesgoso mundo del periodismo de espectáculos argentino.

Ahora, a los 48 años, y luego de haber conducido y haber sido panelista en muchos programas, Rodrigo Lussich se convirtió la semana pasada (junto a su socio y amigo Adrián Pallares) en el conductor del programa más importante de su rubro, Intrusos ocupando la vacante que dejó Jorge Rial.

Lussich vivió sus primeros años en Montevideo, en la calle Emilio Frugoni cerca del Parque Rodó, aunque la Primaria la terminó en Buenos Aires. Sus padres, ambos actores, se conocieron en la Escuela Municipal de Arte Dramático, aunque luego de algunos años juntos, tomaron caminos separados. Su padre se fue a vivir a Brasil, y Rodrigo junto a su madre se mudaron al bonaerense barrio de Pilar, donde siguieron con sus vidas. Dejò familia en Uruguay -el exconductor de Telenoche 4 Guillermo Lussich y su hermana Jacinta es nutricionista y vive en Neptunia- aunque reconoce visita el país menos de lo que quisiera.

Rodrigo Lussich, conduce "Intrusos". Foto: Difusión
Rodrigo Lussich, conduce "Intrusos". Foto: Difusión

Visita a través de la televisión. En más de dos décadas, ha trabajado con los nombres más importantes del mundo del espectáculo, entre los que están por ejemplo, Viviana Canosa, Chiche Gelblung y Rial. Por eso, Lussich dice a El País que conduciendo Intrusos se completa el círculo. “Hace 20 años estaba en las antípodas, estábamos compitiendo con Rial en la trinchera con Canosa. Después hice mi propio camino sin ninguno de los dos que me parece lo más interesante para llegar ahora acá; y lo que más me juega a favor es que conduzco Intrusos pero mi historia no es solo ese programa. Mi sello lo excede porque vengo haciendo mis propias marcas”, dice.

Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, la dupla al frente de "Intrusos". Foto: Difusión
Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, la dupla al frente de "Intrusos". Foto: Difusión

—¿Cómo te sentiste en esta primera semana como conductor de Intrusos?

—Ha sido todo tan vertiginoso que todavía no caigo. Hace un año entré a Instrusos como columnista/panelista y ahora estoy conduciendo el programa en dupla con mi mejor amigo, Adrián Pallares. Si lo mirás en perspectiva es todo muy rápido en comparación a otros procesos. No por el rol de conductor que hace años que lo vengo laburando bastante -este es el cuarto programa que conduzco en televisión abierta- pero Instrusos es una nave espacial, es muy grande, y eso trae una responsabilidad. Estamos agarrando la papa caliente que deja Jorge Rial, y los ojos están puestos en nosotros. Pero ese es un problema más de los otros que nuestro. Si bien no caigo, estoy relajado.

—¿Es difícil llenar los zapatos que deja Jorge Rial?

—Eso sería un error. El mayor desafío pasa por hacer un programa absolutamente apropiado, sin pedir permiso, sin pedir perdón y con una impronta propia que le estamos dando con Adrián. Sería tonto querer ser como Rial o hacer el programa a su modo. Él es un gigante del medio que hizo el programa a su imagen y semejanza, y eso es lo que hay que tratar de construir. De alguna manera es lo que en psicoanálisis se llama “matar al padre”. No por desterrarlo, sino por hacer nuestra propia historia, y ese es el mayor desafío. Si nos quedamos atados a “cómo lo hubiera hecho Jorge”, el público no lo compraría porque ya lo compró con él.

Rodrigo Lussich. Fotos: difusión
Rodrigo Lussich. Fotos: difusión

—¿Y no hubiera sido mejor cambiarle el nombre al programa?

—Tal vez hubiera sido más cómodo hacer un programa nuevo con otro título y que nazca de cero. Hubiera tenido otras características para bien y para mal, pero hacer Intrusos es hacer una marca que estará relacionada con Rial pero que tiene una fuerza impresionante. Y nosotros tenemos que defender esa marca, con nuestro estilo.

—¿Es difícil conseguir fuentes en el espectáculo argentino?

—Trabajo con fuentes, pero como reversiono la información a mi estilo, puedo usar información que ya es conocida y darla a mi manera. No me gusta ser fuente dependiente o famoso dependiente, eso de ser bueno con los famosos para que me cuenten algo.

Rodrigo Lussich. Fotos: difusión
Rodrigo Lussich. Fotos: difusión

—¿Para no estar como algunos panelistas mirando todo el tiempo el celular esperando algún chisme?

—Esa es una manera. Podés estar al aire y seguir online con el famoso para que te diga algo y es una manera de trabajar. No soy perseguidor de la primicia, sino del cómo contar la noticia porque la primicia está en todos lados, en las redes y en la tele, pero se licúan solas. El estilo se construye al aire por como uno cuente las cosas. Me parece que hay que apelar a la creatividad y a otro talento. Que un famoso te cuente que su mujer está embarazada es fácil, contarlo lindo es lo más difícil.

—¿Cómo es "contarlo lindo"?

—Es contarlo de una manera que tenga show, que sea divertido, que tenga humor. Contar lo lindo es hacer del mundo del chimento, que es un mundo bastante criticado por frívolo por estar metiéndose en la vida de los demás, un entretenimiento. Mi búsqueda pasa por entretener a la gente y divertirlos más allá de lo que se cuenta. Ahí dependés menos de la primicia, del escándalo, lo que se supone es el género, cosas con las que no estoy tan de acuerdo.

Rodrigo Lussich
Rodrigo Lussich el lunes en Confrontados (Captura tv)

—Hablando de escándalos, la muerte de Maradona parece ser un tema inagotable...

—Y lo va a seguir siendo porque van a seguir aflorando miserias y chats. Es un conventillo como lo era cuando vivía Maradona, pero ahora lo hacen más porque al estar muerto todo pasa a un expediente judicial y todo está al alcance de la prensa. El mundo Maradona es muy conventillero y eso le da un morbo muy particular. Pasa que ahora el pobre hombre se murió y hay que investigar qué hicieron para evitar que se muera. Hay mucho material, opiniones y gente que está condenada de antemano socialmente y otros tienen el haz de luz de la salvación divina.

—¿Y qué opinas de todo eso?

—Creo que todos tienen el culo bastante sucio. No hay ninguno que esté muy limpio, aunque unos tienen mejor imagen que otros. Y como la imagen es todo, la gente dictamina antes que el tema pase a la justicia. Pasa con la política y el espectáculo, y después es muy difícil luchar contra eso. Aunque sepas que fulano o mengano es mala entraña, si la gente compró, compró.

—¿Por eso Matías Morla es el villano, y Claudia Villafañe la buena de la película?

—Sí, y no creo que ni los malos sean tan malos, ni los buenos sean tan buenos. En la vida y en este caso también, ninguno es santo y todos bailaban en el ballet que Maradona les hacía bailar. Había que estar bien con Diego para que te tire unos mangos para la camioneta cero kilómetro nueva y el día de mañana la herencia. Todos estaban especulando. Era alguien que vivía con gente que a su alrededor especulaba, y él lo sabía. Entonces los tenía a todos bailando su vals, porque le gustaba que todos bailaran a su alrededor porque era Dios, entonces era un círculo perfecto. Él dejaba que hicieran eso porque sabía que lo estaban usando en un punto, y ellos trataban de ver qué ventaja sacaba, sin contar el afecto que seguramente le tenían.

Un conductor más allá del mundo de la farándula

Si bien hace más de dos décadas que Rodrigo Lussich trabaja en los medios argentinos, no siempre se ha dedicado a la farándula. “ Odio las etiquetas. No me dedico a la farándula, me dedico hoy y mañana me puedo dedicar a otra cosa. Me dediqué a otras cosas antes, fui movilero, hice periodismo de actualidad, puedo conducir programas que no estén ligados al mundo del espectáculo. Esa es una etiqueta más de los otros que mía. Por supuesto que conducir Intrusos es conducir el programa más importante de espectáculos, no estoy conduciendo un programa de deportes. Pero no es una realidad coyuntural, es hoy. Mañana puede ser otra cosa y en ese sentido le pasó lo mismo al propio Rial que después de 20 años quiere hacer otra cosa, y está en todo su derecho.. ¿Por qué no puede hacerlo? Siempre dejo una ventana abierta para mirar otros paisajes. Sobre todo cuando uno sabe que tiene facetas para explorar. Uno sabe cuáles son sus limitaciones, y sé que no podría hacer un programa deportivo, pero podría hacer un programa político. Uno sabe para lo que sirve y para lo que no”.

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