PERFIL

Alejandro Rodríguez se ríe mientras relata su última participación en Pasapalabra, el programa conducido por Jorge Piñeyrúa. “Hay una palabra que no me la olvido más y es ‘tragamonedas’”, le comenta a El País. Como se pudo ver el martes en la pantalla de Canal 10, faltaba apenas un segundo para completar el exigente rosco —un desafío que consiste en adivinar palabras con cada letra del abecedario, de acuerdo a una definición—, pero logró acertar la última palabra y así llevarse 860 mil pesos.

Esa era la doceava vez que Rodríguez llegaba al programa. Si bien estaba invicto, todavía no lograba llevarse el premio mayor. Pero esta vez fue diferente. “Vi que me iban saliendo las palabras en la primera ronda y estaba confiado”, dice. Tras acertar varias respuestas de un tirón —“Canapé”, “Enterito” y hasta “Manganeso”—, llegaron los nervios. “Estaba tan concentrado y extenuado con el rosco, y con el final en la hora, que me quedé en blanco”, recuerda. “Lo único que me salía cuando terminé la última palabra fue agradecerle a todo el mundo”.

Ahora que se llevó el premio mayor de Pasapalabra, admite que estuvo a punto de no participar del programa. Dice que siempre le gustaron los formatos de preguntas y respuestas e incluso miraba la adaptación argentina del formato antes de que llegara a Canal 10. Cuando se enteró de que el concurso televisivo se iba a realizar en Uruguay, se anotó para participar en la primera temporada. “Arranqué a llenar el formulario, pero a la mitad me entró un poco de miedo y no me anoté”, recuerda. “Pero cuando iba viendo los programas me arrepentí”.

Un tiempo después le llegaría una segunda oportunidad. “Cuando salió el casting para el segundo ciclo, mi novia me insistió un montón para anotarme y probar suerte”. Para Rodríguez este era un año de muchos cambios. Se había mudado con su novia y estaba por terminar su tesis de maestría en Ciencias Médicas. “Sentí que era el momento de probar la oportunidad, así que me animé”, asegura.

Así fue que ingresó al casting del programa, pero “sin preparar nada”. “Fui confiado en la suerte y esperando lo mejor”, dice. Y no le fue nada mal. Pasó esa primera instancia y terminó debutando en el programa conducido por Piñeyrúa. “En el primero estaba muerto de los nervios”, comenta con una sonrisa. “Estaba supertímido, pero tanto el equipo como el Piñe te hacen sentir bien, entonces vas bajando los nervios”.

Para Alejandro, el momento más tranquilizador llegaba al principio, con el Tutti-Frutti, cuando una serie de invitados le daban una mano. A lo largo de sus 12 participaciones, jugó junto a famosos como Patricia Madrid, Lucia Soria, Diego Zas, Petru Valensky, Sergio Puglia, Soledad Ramírez y Carlos Muñoz. “Todos tuvieron tremenda onda y estaban muy comprometidos con hacer lo mejor para los juegos”, dice. “Pero como soy muy hincha de Nacional, el día que estuvo el Chino Recoba en mi equipo fue como otro de los grandes premios del programa. Es un recuerdo enorme”.

Luego de cada programa, recibió numerosos mensajes de amigos, familiares y hasta personas que lo conocieron por Pasapalabra. “Por la calle me preguntaban cuándo iba a salir el rosco o cómo me estaba yendo”, dice. Lo mismo le sucedió en la organización de investigación clínica donde empezó a trabajar. “Estaban todos muy expectantes de mi desempeño. Son grandes compañeros”.

A medida que iba generando experiencia frente a las cámaras y a la dinámica del programa, Rodríguez desarrolló una estrategia para llevarse el premio mayor. “No hay que perder tiempo y contestar solo cuando estuviera seguro de la respuesta”, relata. A su vez, miraba otras ediciones de Pasapalabra para ejercitar la memoria de cada definición detrás de las respuestas del rosco.

Y lo puso en práctica en el último programa. Acertó una seguidilla de palabras, supo cuándo cambiar de pregunta y memorizó cada definición. “Hasta el último segundo fue muy emocionante”.

Su plan para el premio de 860 mil pesos era viajar por el mundo, pero la pandemia del coronavirus lo obligó a posponerlo. “Ahora no tengo nada en concreto, pero sigo con la esperanza de ese viaje”.

Mientras tanto, Rodríguez sigue celebrando su memorable victoria en Pasapalabra.