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La última de Paul Schrader, "La chica en la telaraña" y "Rumble Fish" están para ver

Es la mejor película estadounidense de 2018 y que haya estado nominada a los recientes Oscar solo como mejor guion original, es insuficiente. Escrita y dirigida por Paul Schrader (que escribió Taxi Driver y dirigió cosas como Mishima) cuenta la historia del cura (Ethan Hawke) de una iglesia histórica en plena crisis de fe ante la forma corporativa que empieza tomar la religión que profesa. La aparición de una feligresa (Amanda Seyfried) puede cambiar, quizás, las cosas pero la crisis es más profunda. La iglesia de la salvación (que en inglés se llama First Reformed) es una relectura de Luz de invierno de Ingmar Bergman, y un nuevo estudio de Schrader sobre asuntos de la fe.

Ya está en streaming, la última del uruguayo Fede Alvarez, La chica en la telaraña. Es una adaptación de la cuarta novela de la saga Millenium, en la que Lisbeth Salander (Claire Foy, la reina de The Crown) es una especie de vengadora de mujeres abusadas que se ve involucrada en un red internacional de ciberterrostitas, espías, políticos corruptos y toda clase de negocios espantosos. Alvarez conoce el género y consigue una película de acción llena de buenos momentos, aunque el libreto se torna un tanto confuso. Pero la fotografía del también uruguayo Pedro Luque, el pulso de Alvarez cuando la situación lo requiere y esa heroína introvertida que hace Foy cumplen con lo prometido. 

Después de hacer explotar Hollywood y después de explotar su propia carrera, Francis Ford Coppola se permitió cosas como Rumble Fish, una película en blanco y negro con referencias de tragedia griega para reflexionar sobre la cultura de la violencia.

Como Ulises, “el chico de la motocicleta” (un Mickey Rourke con todo el futuro por delante) vuelve al barrio, del que se fue como el legendario jefe de una pandilla legendaria. Allí lo espera su hermano chico (Matt Dillon) que idealiza un pasado de violencia que, el recién llegado, sabe no sirve para nada. Por ahí hay una muchacha enamorada pero traicionera (Diane Lane), un amigo traicionero (Nicolas Cage) y algunos personajes que saben cómo fue en realidad el chico de la motocicleta, entre ellos el cantinero mala onda que compone Tom Waits.

Pensada como una pieza de compañía con Los marginados (que es más clásica y directa pero también está basada en una novela de S.E. Hnton), Rumble Fish, que se estrenó en Uruguay como La ley de la calle, transcurre en un lugar y un tiempo míticos y eternos, lo que queda claro en el reloj sin agujas que anda por ahí en la vuelta. El mundo en blanco y negro está salpicado por detalles en color principalmente en los peces que le dan título a la película, una especie que no puede evitar pelearse unos con otros.

La música de Stewart Copeland (el baterista de The Police) aporta tanta inquietud como la fotografía de Stephen H. Burum para completar una de esas gemas olvidadas de un director que supo ser el más grande de una generación llena de grandes directores. Coppola fue único en su clase.