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Llega un policial local en clave de murga y comedia

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Gustavo Cabrera de A Contramano

Estreno

A las 22.00 se estrena la serie Todos detrás de momo

Para quienes siguen las novedades de la producción nacional, la serie Todos detrás de Momo llega como un moño para lo que viene siendo un excelente año en la calidad y en la variedad de obras cinematográficas. La historia que propone el primer capítulo da una zancada del tradicional costumbrismo al género; especialmente el policial empapado de humor.

La primera escena, muy bien lograda, muestra a un César Troncoso de espaldas (finalmente dirigido por dos directores que hasta ahora le habían sido esquivos, Pablo Stoll y Adrián Biniez), narrando frente a un espejo, en el que se refleja un joven, cómo la hinchada de una murga le prendió fuego el traje a un murguista por no haber alcanzado el tono al cantar. “Esos eran códigos”, dice, volteando con la cara pintada y observando al que sería su verdugo unos segundos después.

A partir de ahí, la acción se concentra en una dupla de detectives interpretados por Néstor Guzzini y Gabriela Freire. Él, un padre de familia ansioso, con un breve pasar en una murga, que ha tenido problemas con sus superiores a raíz de su carácter impulsivo; ella una profesional abocada a su trabajo, que deja entrever ciertos problemas personales sin resolver que posiblemente se filtren en la trama.

Entre ellos la relación es de confianza pero tirante. Juntos dirigen un operativo en el que buscarán desentrañar una red de distribución de narcóticos a través de un grupo de deliveries. El negocio, creen, estaría dirigido por dos viudas, una de ellas una maestra jubilada.

La escena del interrogatorio de esta maestra, primero por la oficial y luego por el comisario (actuado por el director de arte devenido en actor Gonzalo Delgado) logran con pequeños trazos un vaivén entre manipulación y comicidad que es de los momentos más altos del capítulo, igualado, unos minutos después, por la detención de un sospechoso que el personaje de Guzzini hará mientras espera un pedido de empanadas en su casa, rodeado de sociólogos y trabajadores de una ong.

Como suele suceder en este tipo de relatos, resultará que los sospechosos tienen respaldo en el Poder Judicial. Sin embargo, un fiscal, con intenciones no demasiado claras, le propondrá a Néstor infiltrarse en una murga, escenario de ilícitos que habría causado, entre otros males la muerte de aquel primer murguista con sonrisa triste llamado Amilcar Nochetto.

El primer capítulo es un desfile de personajes diseñados con precisión, con un enfoque que tiende a la comicidad e interpretados con excelencia por un plantel que reúne caras —y voces— del cine, el teatro y el Carnaval. Entre ellos, Lucio Hernández, Carla Moscatelli, Sebastián Pérez Pérez (también director de películas y series), Ramiro Perdomo, Matías Singer, Luis Orpi y la murga Cayó la cabra.

La estructura, creada por el humorista Carlos Tanco (si hace falta aclararlo, la identidad detrás de Darwin Desbocatti), Stoll y Biniez, entiende a la perfección el ritmo del formato y logra impresiones de muy buen humor y emoción —el velorio de Nochetto, por ejemplo—, con una muy buena fotografía de Nicolás Soto. Además recupera del olvido la hermosa canción de Jorge Lazaroff Baile de máscaras.

Todos detrás de momo es la primera ganadora del Fondo Interinstitucional Series UY, organizado por TNU y Tevé Ciudad, los Ministerios de Cultura e Industria y la Intendencia de Montevideo. Consta de 10 capítulos.

El estreno será en simultáneo a las 22 horas por las pantallas de TNU, TV Ciudad y Vera+.

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