ENTREVISTA

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La semana pasada se conoció que Martín Cuestas, Aldo Martínez, Richard “canguro” Porta y Álvaro “chino” Recoba se convirtieron en los semifinalistas de esta temporada de Masterchef: Celebrity. El chef y Jurado de la competencia, Laurent Lainé habla de esta temporada.

—Mientras se desarrolla Masterchef, ¿qué hace con su restaurante?

—El fanchute está cerrado porque, primero estoy viviendo más en Montevideo que en Punta del Este, y que esté yo solo no da más. Fue una etapa muy linda, como todo, pero terminó. Cuando abrí El Franchute había cuatro o cinco lugares de comida y ahora hay 20 o 25. Había 10 en José Ignacio y ahora hay más de 50, entonces se te achica la porción pero la torta es la misma.

—Esta temporada de Masterchef se lo ha visto más distendido, cantando y bailando. ¿Siempre es así?

—Yo soy así todos los días. En esta temporada con famosos me siento más suelto. No es el mismo compromiso que con las ediciones amateur porque mal o bien, ellos están todos acomodados en el sentido que tienen su trabajo, viven de eso y algunos son más ricos que otros, pero todos tienen para vivir correctamente. Y los amateur son personas a quienes Masterchef les puede cambiar la vida totalmente.

—Los amateur se juegan todo en el programa, mientras en esta edición con famosos no está esa presión. ¿Esa es la diferencia que le encuentra a esta temporada?

—En esta temporada hay personas ya instaladas y con un métier, un trabajo y un futuro como todos. Un amateur espera mucho de Masterchef. A todos nos sirve un buen participante porque tiene pantalla, todo eso atrae algunos beneficios que algunos aprovechan más que otros. Pero no es lo mismo ser un famoso en Masterchef que un amateur. Las reglas son las mismas, las pruebas son las mismas, pero las condiciones son totalmente diferentes. Por eso las expectativas de los amateur son más altas que la de los famosos.

—Para varios amateurs, Masterchef se convirtió en un trampolín para trabajar en televisión o abrir su propio restaurante.

—Sí, totalmente. A muchos amateur les fue muy bien con Masterchef, a algunos no les cambió mucho, pero mirá a Nilson. Si bien sigue siendo carpintero en la policía, ahora es famoso, está invitado para hacer programas, hace eventos, participa de varias cosas. A Nilson, que es el caso más emblemático, Masterchef le cambió la vida.

—Todas las temporadas han tenido participantes que han sorprendido, como pasó con Alicia Patella, que fue una sorpresa que ganara.

—Para nosotros también fue una sorpresa que ganara. Pero bueno, ganó ella y con todas las letras.

—¿Cómo es la dinámica para filmar esta temporada de Masterchef?

—Esta temporada la filmamos entre dos y tres veces por semana. Entramos al estudio a eso de las 8.30 de la mañana para prepararnos y ver qué tenemos que hacer y se trabaja hasta las 19.30 o 20.30 de la noche. Igual no es un trabajo en continuado porque la televisión tiene cortes, pausas para corregir alguna cosa, pero el tiempo del programa es más o menos eso. Algunos programas nos llevó más tiempo.

—¿Conocía a los famosos que se presentaron?

—No conocía a ninguno (risas). Siempre estuve en Punta del Este y nunca supe mucho de lo que pasaba en Montevideo. Ahora que estoy acá me siento un poco alejado de la movida en Punta del Este, y eso que estuve más de 15 años trabajando ahí.

—¿Cómo se siente que un participante de su equipo, Martín Cuestas, esté en la semifinal?

—Martí siempre estuvo muy parejo y se destacó. Es un chico que cocina muy bien y que ha aprendido mucho.

—¿Qué participante lo sorprendió?

—El “Chino” creció un montón, también Aldo. Los que están en la semifinal es porque crecieron. Cuando tenés un restaurante, por más que seas el mejor chef, todos los días te jugás el puesto. Porque podés tener un día donde no te sale bien un plato y perdiste un cliente, en Masterchef es igual. No quiere decir que quien vaya a ganar es el mejor de todos, pero es el que estuvo siempre a un buen nivel.

—¿Quién le gustaría que gane?

—No me importa quien gana. Justamente tratamos de no tener preferencia por ninguno. Juzgamos el día a día y plato a plato. Porque nos gustaría mucho que ganen todos porque se arma una linda camaradería, pero cuando sos profesional juzgás lo mejor en el momento, no por que preferís a uno o al otro.

—En esta temporada es más picante la relación con Puglia. ¿Cómo se llevan entre los jurados?

—Pasa que tenemos nuestros piques, pero la relación entre los tres es muy buena. Pasa que Sergio tiene una cocina definida, yo también y Ximena. Cada uno tiene sus cosas y cada uno defiende su punto de vista y lo que le gusta hacer, pero no hay uno que sea mejor que el otro. Después en esta temporada nos da un poco más para pincharnos entre nosotros. El programa es muy bueno porque nos respetamos entre nosotros y al participante. Si fuera una edición con amateurs, no podríamos hacer los chistes que hacemos. Por eso antes éramos un poco más serios en el programa.

Desde la primera temporada de Masterchef, Laurent Lainé se convirtió en una celebridad gracias a sus comentarios y a una expresión por la que lo reconocen en todo el país: “está cggudo”. Su participación en Masterchef le valió un Iris como revelación en televisión.

—¿Cómo es el trato con la gente, lo reconocen, qué le dicen en la calle?

—La gente me reconoce y a veces me pregunto cómo hacen para reconocerme, porque a veces estoy en el coche y escucho pasar alguien que me grita: “está cguudo franchute” (risas). Me tocan bocina, me saludan por la calle.

—¿Se imaginaba esta interacción con la gente cuando llegó a Uruguay?

—No, pero pasa que hace 40 años llegué a Uruguay.

—En este tiempo no ha mejorado su acento.

—No, el acento no mejoró. Cuando llegué no sabía dos palabras y aprendí a hablar con la gente del restaurante y en la calle, pero nunca perdí el acento francés, por eso me cargan un poquito.