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Gerardo Rozín: "En Argentina, hablar de Uruguay tiene connotación política"

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Gerardo Rozín. Foto: Difusión

ENTREVISTA

El conductor de "La peña de Morfi" habla sobre la situación en Argentina, la reinvención del programa y su idea de hacer "La peña" en Uruguay

El conductor de La peña de Morfi, Gerardo Rozín charló con El País sobre cómo tuvo que reinventar su programa que se emite en Canal 4, el llamado "éxito dorado" de los famosos argentinos y cómo es ser hipocondríaco durante una pandemia mundial.

—¿Cómo han sido estos meses haciendo La Peña de Morfi en pandemia?

—No es el mejor momento para un tipo hipocondríaco, pero la llevo con dignidad. En términos laborales, es un esfuerzo espantoso porque La peña de Morfi (domingos a las 9.30 en Canal 4) es un programa que tiene cuatro shows en el piso por semana, y nos quedamos con nada. Entonces, mantener el mismo espíritu para que la gente tenga la sensación que está viendo el mismo programa de siempre cuando ya no tenés los shows, es complicado.

—Tuvieron que reinventarse durante el confinamiento.

—Sí. Afortunadamente contamos con el apoyo de los artistas que han hecho cosas tremendas, nos grababan canciones en la semana para que las pasáramos, fue algo que fuimos aprendiendo juntos. Los artistas nos salvaron porque trabajaron mucho para que se mantenga la propuesta artística, y nos ha ido bien en el rating.

Gerardo Rozín. Foto: Difusión
Gerardo Rozín. Foto: Difusión

—Pese a la situación argentina con la pandemia, La peña da un poco de distensión en estos momentos complicados.

—Así lo vivimos nosotros y cuando empezó todo lo dijimos al aire: sabíamos que en plena pandemia lo único que justificaba el riesgo, para nosotros por nuestra salud y a la canal por hacerlo, porque la música y el entretenimiento tienen una función y podíamos cumplirla. De algún modo La peña se transformó en la casa de los músicos y estaba bueno saber que esa era nuestra función en la pandemia.

—Siendo hipocondríaco, ¿cómo es tener el Covid ya instalado en los canales de televisión?

—Todos nos fuimos encontrando con amigos, conocidos y compañeros que tienen la enfermedad. En ese sentido, los hipocondríacos veníamos entrenando toda la vida para un momento así. Nos encontró más entrenado y te hisopás más de la cuenta. También aprendí, en términos personales no fue gracioso, tengo tos crónica y es un poco molesto para trabajar. Igual el inconsciente es loco pero no se rasca con vidrio, no tosí más, me curó. Hace seis meses que no toso más, me curó. Ya está, se me fue la tos crónica. Hablando en serio lo asumí con responsabilidad, se nota en el aire, no tenemos más bandas invitadas ni invitados en el piso. Así no tenemos problemas como otros colegas, tenemos una escenografía al aire libre, y cuando estuvo muy áspero el tema lo hicimos remoto lo que era complicado, porque La peña de Morfi es un lugar de encuentro, pero lo hicimos cuatro semanas remoto. Ha sido un año muy esforzado y con un resultado bueno, pero esforzado.

—Si bien es un programa argentino, hay mucha presencia los artistas uruguayos.

—Desde que empezamos, hace cuatro años, siempre mando saludos a Uruguay, tenemos músicos uruguayos todo el tiempo y no lo digo ahora, tengo el archivo: soy rosarino uruguayo. Ahora hablar de Uruguay tiene connotación política acá, pero yo lo digo hace cuatro años. La verdad es que no se puede hacer un programa como La Peña sin involucrarse uno personalmente. Este formato requiere un compromiso personal muy grande, te ocupás de llevarle a la gente canciones que están buenas o porque emocionan o divierten. Mi aporte tiene que ver con eso, convidar a la gente lo que una canción puede dar.

José Mujica y Gerardo Rozín
José Mujica y Gerardo Rozín

—¿El ser rosarino tiene que ver con esa cercanía con Uruguay?

—Los rosarinos somos distintos a otra gente y hay mucho de Rosario en Montevideo. Personalmente, toda la vida he sentido a Montevideo como mi casa. Sería injusto que me lo calle ahora porque ahora está de moda pero me siento así, es un lugar que amo, me hace bien y me encuentro como en Rosario. Lo he hablado con otros rosarinos y no me pasa a mí solo. Hay algo en la melancolía y el humor que comparten los dos lugares. Crecí escuchando a referentes uruguayos y siempre tuve un vínculo con la música uruguaya. Hugo Fattoruso tocó en un programa que hice hace más de 10 años, lo mismo Ruben Rada o Martín Buscaglia. He tenido la suerte de tenerlos a todos. Desde que empecé al aire hace 15 años, viajo y en Montevideo me hablan como alguien cercano, no como a un chabón de la tele, y eso me encanta.

—Empezaste haciendo Sábado Bus y conduciendo programas en los que te has sentido cómodo. ¿te sentís un rara avis?

—A los 20 años empecé a trabajar en un diario y cuando entré a la redacción pensé que ya estaba, todo lo que vino después era más de lo esperado. Afortunadamente hace 10 años que produzco mis programas, entonces tiene que ver conmigo Gracias por venir, Morfi y ahora La Peña, son programas que tienen que ver conmigo. Son programas que buscan el entretenimiento y al mismo tiempo siguen siendo artesanales que en esta televisión que hace eje en los debates de panel, quedó como una rareza.

—Ese acercamiento al Uruguay también se nota en la cortina musical, compuesta por Gonzalo Brown, ¿cómo llegaron a él?

—No llegamos por una discográfica, fue por interés nuestro. Nos gustó, lo escuchamos y es una rareza que un canal grande no use el material de una discográfica. Llegamos a él de casualidad, creo que lo recomendó Buscaglia y lo encontramos en Instagram, y eso que no lo conozco a Gonzalo.

—Decías que hablar de Uruguay tiene connotación política. ¿Es por lo que llaman el “exilio dorado”?

—Sí, hay un debate, es la novedad. Pasaron cosas que antes no pasaban. La clase media argentina mira a Uruguay con mucho interés y alguna gente más acomodada, se ve en los medios, estudia el tema de sacar la residencia. Hay un ruido nuevo que no había. Y después está el tema curioso de tener un presidente como Lacalle Pou que tuvo espacio en programas periodísticos de horario central, y tiene un discurso a favor de la inmigración. Hay cosas que el uruguayo sabe que hace bien y nosotros miramos con admiración. En Canal 4 juntaron a los expresidentes en el programa de Cristina Morán, y eso genera mucha admiración por parte de nosotros. Ese programa, hoy acá, costaría muchísimo hacerlo y esa clase de noticias genera mucha simpatía y beneplácito desde acá.

—Ustedes están con una grieta entre dos modos de ver el mundo.

—Acá funciona así. Hay algunas contradicciones que no está mal que se tensen, pero no creo que de esa tensión vaya a surgir algo mejor, no le veo eso.

¿Vendrías a hacer “La peña” en Uruguay?

“Allá ya se pueden hacer conciertos y están tocando todos. Buscaglia presenta el disco el mes que viene y Julieta Venegas se va para ahí a hacer un concierto. Yo quiero cruzar el charco, ir a ver un par de shows y ya me vuelvo tranquilo”, dijo Rozín.

—¿Por qué no venir a hacer La Peña de Morfi a Montevideo?

—Ya lo pensé, hacer una Peña anual en Uruguay, lo tiro por acá, porque no pido tanto. Vamos un día con el cocinero, o nos ponen un cocinero ustedes, total somos dos pescaditos de Rosario. Me presten los amigos de Algo Contigo la escenografía o lo hacemos afuera, un asadito. La veo bien a la idea.

—Una idea así ya la has hecho, cuando hacías Morfi.

—Sí, una vez fuimos a hacer el programa, que entonces era un magazine y como soy un loco, fui a la casa de Mujica con el auto, no me acuerdo qué más hice, pero terminé en el Mercado del Puerto y vino Rada a comer conmigo. No necesitaba hacer nada de eso para el programa, pero a mí me encantó hacerlo en Uruguay, solo con una cámara lo hicimos y quedo bien. Todo es felicidad cuando voy, así que si me invitan a hacer el programa, aunque sea una vez al año, ya quedo contento.

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