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Reseña del tercer capítulo de la tercera temporada. Atención: esta nota contiene spoilers.

Game of Thrones se despachó con su mejor capítulo, que además era el más esperado. La Batalla de Winterfell que se desata en el episodio The Long Night quedará, posiblemente, entre lo más épico que se haya visto en televisión hasta ahora: fue un espectáculo visual y narrativo, con un desenlace que ni los más optimistas habrán imaginado.

En el episodio solo se vio, como era de esperar, el enfrentamiento de los vivos contra los muertos, con los primeros siempre en desventaja y al borde del desenlace fatal. Imaginar cómo iban a revertir la goleada que se estaban comiendo, parecía en un momento una utopía.

Sin embargo, la reaparición de Melisandre, ya anunciada por ella misma en la temporada anterior, fue un elemento clave para anticipar en manos de quién quedaría el destino de Rey de la Noche: en manos de la mismísima Arya Stark, a quien le dijo que cerraría muchos ojos, u201cmarrones, verdes y azulesu201d, como los de los White Walkers y el resto de los no-vivos.

La muerte del Rey de la Noche eliminó automáticamente a todo su ejército, y le dio la victoria a los vivos. Igual, hay un montón de muertes que lamentar: las de Edd el Penas, Lyanna Mormont, Jorah Mormont, Beric Dondarrion y Theon Greyjoy, además de la de Melisandre. De algunos personajes, como Tormund o el lobo Ghost, no se supo mucho tras el triunfo.

Ahora, a los vencedores les quedará ir por el trono y por el lugar de Cersei Lannister, quien sigue feliz y tranquila en Kingu2019s Landing.

HBO publicó como es costumbre el detrás de cámaras del capítulo con los comentarios en inglés de quienes están en la producción.