Resumen

Con la salida de un parrillero, el grupo B aportó sus cuatro semifinalistas a Fuego sagrado, la competencia de asadores de La Tele que se pone cada vez más pareja y exigente. Ayer quedó claro que el secreto está en los detalles y allí estarán las pequeñas diferencias que decidan al jurado.

La competencia ayer tuvo tres desafíos y uno fue de los que menos le gusta a los asadores: lavar los platos. El participante que más lavaba los platos tenía cinco minutos de ventaja, lo que parece poco pero vaya si ayudan. Se los quedó Soledad.

Alejandro, el ganador del aplauso para el asador de la anteriorcompetencia, se hizo acreedor a tres minutos con un jurado como ayudante de cocina. Llegado el momento, eligió a Lucía Soria, quien le dio buenos consejos y le dejó una salsa con aguacate que dio una buena mano.

Además de Soledad y Alejandro, el grupo B lo completaban María Silvia, Julio y Manuel. 

El desafío del episodio, titulado el "Te como en dos panes", era hacer unas hamburguesas caseras con tres tipos de carne y, con ese ánimo de  complicárselas sanamente a los participantes, con pan casero. Así que había que picar carne, amasar, hacer una salsitas originales y emplatar en 90 minutos.

Aunque todas las hamburguesas se veían tentadoras, quedó bien claro para el jurado y nosotros, los envidiosos espectadores, que Soledad se merecía el aplauso para el asador de la jornada y por lo tanto se hizo con su primer pin que lo certifica.

Alejandro, quien está cocinando cada vez mejor y se lo ve más confiado, también pasó directo a la semifinal.

Eso dejó a Julio, María Silvia y Manuel (por segunda semana consecutiva después de haber ganado dos pins) pasaron a la ronda de eliminación. 

No se la hicieron fácil y los tres debieron defender su cuchillo, símbolo de su permanencia en la competencia con un tetaki de lomo con verduras que presentó Aldo Cauteruccio. 

La receta tenía su complicación ya que es una carne que ve cruda y debe ser cocida a fuego directo mientras se las sostiene con unos palos de madera. A Manuel, por ejemplo, se le quemaron los palitos y María Silvia pinchó mal la carne. Julio tuvo sus propias conclusiones.

Después de asarla en un punto difícil, se las marinaba con soja. Mientras se acomodaba una guarnición que incluía unos zuquinis finitos y unos brotes de soja. 

Julio tuvo sus propias complicaciones y cuando se conoció el fallo del jurado, dijo "sabía que era yo", reconociendo que esta vez los otros platos habían quedado mejor.

Así debió entregar el cuchillo mientras recibía una cálida despedida de los tres jurados. Julio se emocionó y agradeció a toda producción por haberlo respaldado cuando pasó el mal trance del fallecimiento de su padre. Esa vez fue sustituido por Coco Echagüe. Su despedida fue un momento muy sentido.

El próximo lunes, con una picada completa y divididos en dos equipos, los ocho semifinalistas buscarán seguirán avanzando. 

Los mejores asadores de Uruguay son por ahora, María Silvia, Manuel, Soledad, Alejandro, Pipo, Jessica, Juan José y  Andrea.