ENTREVISTA

Nicolás Lauber

Hace seis meses TNU comenzó a trabajar en el proyecto Rara ave que se estrena esta noche, a las 23.00 y se emitirá de lunes a jueves. La apuesta inicial de la producción era estrenar el formato en el primer trimestre del año, dijo Martín González de la producción del programa. Claro que entre medio llegó el coronavirus para cambiar todos los planes de la televisión en el mundo.

Lo que estuvo firme desde el inicio fue contar con Franklin Rodríguez para la conducción de este programa nocturno que se emitirá a las 23.00. “Pensamos en Franklin porque queríamos innovar con un formato, un late night show que estuviera conducido y donde el entrevistador fuera un actor, no un periodista. También pensamos en musicalizar con el violinista Edison Mouriño, de forma de hacer más ‘rara’ la propuesta”, agrega el productor del ciclo.

Para Franklin Rodríguez es una manera de hacer humor e improvisación, pero también regresar a la pantalla chica luego de seis años ausente. La conjunción de la producción, el formato y la posibilidad de hacer humor fue lo que le atrajo para aceptar la propuesta.

Sobre el formato, Rodríguez dice que será como cualquier otro late night show, aunque por tratarse de un programa de media hora, el monólogo inicial se centrará en presentar al invitado. “Hago una presentación y digo cosas que me hacen referencias a la persona. No hay mucho tiempo para el monólogo porque el programa pasa rápido y cuando querés acordar terminamos, hiciste cinco preguntas y te quedaste con las ganas de preguntarle todo lo que tenías pensado”, dice Rodríguez. “Entonces es rápido el inicio y también el final, pero los 23 minutos artísticos del medio se te van volando, por eso trato de no irme muy largo con el monólogo”.

—¿Cómo te llega la propuesta para conducir un late night show en TNU?

—Me llega a través de Gerardo Sotelo y Carlos Muñoz que son los encargados del canal. Se les había ocurrido hace varios meses este programa pero se había pausado por el tema de la pandemia; y hace un mes y poco empezó a surgir la idea de hacerlo. Y se nos ocurrió que fuese un programa que fuera como un cierre para terminar la noche. Un poco teniendo en cuenta un montón de shows donde una persona conduce el programa y lleva invitados.

—¿Por qué Rara ave?

—Es un nombre que se nos ocurrió porque no es fácil encasillarme en ningún lado, es tan raro que por momentos yo mismo me desconozco. Entonces pareció que el título rara ave era llamativo, porque los invitados también son muy disímiles entre sí. Un día puedo llevar un jugador de fútbol al otro una política como la vicepresidenta y que se disfrace o haga un personaje. Esa mezcla de personas fue lo que me hizo sentir que me gustaba este tipo de show, porque estoy cerca de lo que hago, soy un actor, y esto es una forma de actuar.

—¿Qué esperás lograr con este programa?

—Que la gente se vaya a dormir con una sonrisa, una mirada socarrona, de humor, también con una charla personal de media hora. También tenemos un violinista en vivo quien interpreta en el programa o hace cosas mientras dura la charla con sus violines de colores, que es muy lindo lo que hace. Es eso, un invitado que va para charlar y, no quiero usar la palabra descontracturada porque la usa todo el mundo, es una forma de jugar. Entonces a un político lo hago hablar de su vida, y cosas que se me ocurren, lo hago cantar, bailar, es un juego impersonal y muy abierto. Soy poco respetuoso de las normas y en vez de sentarme en la silla y que la mesa nos separe, al contrario, la mesa la integro, me siento, me paro, bailo, es todo lo que se me puede ocurrir para divertirme. El programa va por ese lado porque no es un periodístico o un programa de entrevistas. Rara ave es un programa con entrevistas. Eso es lo que estamos grabando y estaremos haciendo hasta fin de año.

—¿Cómo es para vos volver a la televisión después de varios años ausente?

—La última vez que estuve en televisión fue hace seis años en la mañana de VTV, con el magazine Día a día que hacía con Victoria Zangaro antes que se fuera a Canal 12.

—Y volvés con una producción local.

—Me parece bien que haya producción nacional y hacer un show así en el que me siento contento haciéndolo. Además llevo a amigos, gente conocida y otra que no lo es tanto. Me gustaría llevar a un paleontólogo con un huevo de dinosaurio, que hay en Uruguay; quiero llevar gente que haga cosas extrañas en lugares distintos.

—Además en un programa que se va a ver en todo el país.

—Creo que eso es lo que se descuida cuando no pensamos que hay un millón y medio de personas en el interior. Tenés otra población como Montevideo afuera, en el interior. Y el canal está en esa etapa de hacer mucha producción nacional y dar una imagen interesante con una buena producción. Entonces con los productores de este programa y la gente que está en producción quisimos hacer un producto que se emite cuatro veces por semana y tiene una impronta de lo natural, zafado, donde no esperás lo que se viene. Así un día estará una sexóloga, al otro día un político y no vamos a hablar ni de sexo ni de política, sino que va a ser otra cosa distinta. Por ese lado me permite jugar mucho porque es un acto de improvisación, y eso fue lo que más me gustó.

—Por eso era necesario que hubiese un actor, por la impronta de improvisación que hay que tener.

—Sí, tengo esa facilidad natural, no es que haya estudiado. A pesar de que estoy grande tengo cierto desparpajo natural. Además estoy en un ambiente donde me siento a mis anchas. Puedo llevar desde la entrevista más seria a la más cómica buscándole humor.

—Todo con un guion armado, ¿no?

—Sí, tengo preguntas establecidas pero de repente se convierte en otra cosa dependiendo de lo que cada invitado pueda generar. No quiero llegar, ni es el espíritu del programa, a la cosa profunda o para que me hablen de la vida y la muerte, no. El programa es para divertir y para preguntar cosas que me entusiasman. No le voy a preguntar al Fata Delgado si hace cumbia o si siente desilusionado porque no le dan tal premio, no. Lo que quiero es pensar en la persona, buscarle las cosas más divertidas, ver por dónde salta la liebre y divertirme.

—¿Podés adelantar qué otro famoso va a estar en el programa?

—Va a venir Victoria Rodríguez y va a traer su guitarra. Además es pintora y toca muy bien la guitarra, entonces es otra faceta que por ahí la gente no conoce tanto.

—¿Cómo es trabajar en Canal 5?

—Nunca había trabajado y hay una solvencia con técnicos muy capacitados, hay gente joven, tienen unos estudios brutales. Hay una voluntad de hacer cosas interesantes y desde el primer momento me sentí bien.

Esta noche, a las 23.00 se estrena Rara Ave en TNU, y para su primer programa estará en el estudio la Vicepresidenta, Beatriz Argimón. “Era todo un tema, porque no deja de ser la Vicepresidenta de la República”, dice Franklin Rodríguez. Pese a su investidura, Rodríguez dice que Argimón “tuvo la gentileza de decir: me presto al juego lo que no era fácil por su investidura. Ella pudo habernos dicho que no quería participar de alguna cosa, pero vino al piso, se divirtió, jugó y me parece que esa es la mejor motivación para uno. Yo me sentí muy contento con eso y ellos colaboran para que me sienta así. Porque si hay mala onda en un piso donde tenés que hacer humor, estás perdido y te lo digo por experiencia. Eso de debe a que tiene que haber un ida y velta, para que rebote y regrese el humor, y en este programa hay mucha gente que ayuda a que haya un buen lugar para laburar”, agregó.

—¿Te pasó?

—No, fue cuando hacíamos humor en algún lado o hacíamos un sketch que no salía que se generaba ese ambiente, pero no fue para mayores. Aunque también lo he visto y vivido en varios canales, pero no es nada que valga la pena. Acá en Rara Ave no hay nada de eso. Estoy sorprendido con la buena onda que hay en todo el ambiente de trabajo. Encima que nosotros grabamos los cuatro programas de la semana el mismo día, y hay que aguantar todas esas horas seguidas.