Crítica: Bollywood

Un singular espectáculo de José María Muscari se está presentando los lunes en Teatro Astral

Bollywood es un espectáculo distinto a todo lo demás que ofrece el resto de la cartelera. No solamente porque es con entrada libre. El ambiente es otro, más próximo a la fiesta tecno o al boliche nocturno con chicos y chicas semidesnudos, exhibiendo sus cuerpos. Eso tiene mucho que ver con lo que se genera en el público: una especie de euforia que hace que la platea se involucre mucho con lo que está pasando en el escenario y en los corredores de la sala.

Más allá de eso, ni a nivel coreográfico ni a nivel vocal o performático, el espectáculo tiene demasiado interés. Pero todo ese clima que José María Muscari sabe armar, funciona tan bien que el público sale del Teatro Astral con la sensación de haber vivido algo distinto, de cierta intensidad. Fundamentalmente el público adolescente, los chicos más jóvenes, se suman al show con euforia, contribuyendo con sus exclamaciones y sus actitudes de festejo a la atmósfera bastante alta que tiene Bollywood.

Todo eso, además, forma parte del fenómeno Muscari en Uruguay. El reconocido mediático argentino puso un pie de este lado del río, con comedias que el público ha recibido muy bien, con Falladas a la cabeza. Y logró instalarse como un verdadero fenómeno, lógicamente con su multiplicación en las redes sociales. Y ahora Bollywood da un largo paso más en ese camino, llevando la obra de este creador argentino a otros públicos, desde una modalidad mucho más abierta a todos.

En el escenario vibra un clima juvenil, con algunos chicos y chicas hermosos. Y la obra tiene una impronta amateur, que de algún modo forma parte de su estética. En ella se ven algunos jóvenes intérpretes, que no parecen muy familiarizados con el escenario. Está el actor que proyecta mal la voz, y el que tiene dificultad para enlazar su parlamento con el conjunto de lo que los actores van diciendo. Pero en el ambiente algo caótico del espectáculo, esos detalles no cobran relevancia.

Otro puntal fuerte de Bollywood es su texto, y no porque esté bien escrito, o porque tenga valor literario, o porque diga cosas de interés. El texto tiene la singularidad de ser todo un cruce de opiniones e insultos, agravios y frase sueltas, ideologías y contraideologías que van y vienen. Y que nombra a toda una galería enorme de mediáticos (uruguayos y argentinos), con frases más bien cortas, a veces audaces o simplemente ponzoñosas. Pero que causan risa al público, principalmente a los más jóvenes.