Publicidad

"Un teatro es un barco en altamar"

Compartir esta noticia
Mauriciio Dayub

entrevista con mAuricio Dayub

Mañana se estrena en Teatro Circular El amateur, y su autor habló sobre esa obra y repasó aspectos de su carrera

Teatro Circular estrena El amateur, un texto de Mauricio Dayub que esa compañía ya había hecho dos décadas atrás, bajo dirección de Carlos Aguilera. Ahora regresa, los viernes a las 21.00, con dirección de Pablo Rueda y elenco integrado por Sebastián Carballido y Gonzalo Pieri. En conversación con El País, Dayub habló de su carrera y de este emblemático título.

-¿Recordás la versión de 1998 que hizo Teatro Circular de El amateur, con Walter Reyno y Daniel Hendler?

-Sí, la recuerdo perfectamente. Porque fue la primera vez que se hacía una versión de una obra mía. Y yo tenía mucha expectativa. Para mí, aquella puesta uruguaya fue demasiado realista. No tenía vuelo. Los dos actores tenían una marcación muy rigurosa en cuanto al naturalismo. Y la obra tiene una trampa en ese sentido. Porque empieza siendo una charla muy verdadera, pero luego tiene que levantarse unos centímetros del piso, y ahí ya no importa el realismo. Esa transformación yo no la vi en aquella puesta uruguaya, y creo que es muy necesaria.

-¿Cómo nació esa obra?

-Fue producto de darme cuenta que si yo no hacía lo que sentía, nadie lo iba a hacer por mi. Lo que me ofrecían para hacer no me interesaba, porque yo tenía algo adentro que quería compartir. Y desarrollar, porque fue una obra que escribí, produje y actué.

-El ciclismo cobra un fuerte sentido simbólico en la obra.

-Sí, el del esfuerzo. Yo había visto, cuando tenía 12 años, un ciclista que batió un récord mundial, en una plaza, pasó cinco días y cinco noches. Y cuando la empecé a escribir, yo me había venido de Entre Ríos a Buenos Aires, a ser actor. Y me di cuenta como que traspasaba mi vida el esfuerzo que tenía que hacer, para existir en una ciudad tan grande. Eso se empezaba a parecer al de ese ciclista.

-Además se hizo la película, en la que actuó Juan Verdaguer.

-Sí, yo en realidad la empecé a escribir para cine. Y me decidí llevarla al teatro, resumiendo los personajes a dos. Y cuando estábamos en cartel, la vino a ver Juan Bautista Stagnaro, y quiso hacer la película. Y nos pusimos a trabajar en eso. Y si, se me ocurrió llamar a Verdaguer, lo convocamos, y fue una fiesta trabajar con él. Fue su último trabajo. Y aunque no hacía un papel humorístico, era muy gracioso, y le dio momentos de humor al personaje.

-Y luego fue impresionante la cantidad de versiones.

-Mínimo debe tener 50 puestas. En el interior de Argentina, creo que se ha hecho en todas las provincias. Además se ha hecho en el exterior. Creo que después de El amateur, que fue mi primera obra, todos querían que me muriera como James Dean. Porque la obra había ganado 17 premios, la vieron más de 100 mil personas, y me decían que era una obra emblemática del teatro independiente.

-Vos hace 30 años que estás haciendo televisión. ¿Cómo has vivido los cambios?

-Claro que han sido enormes. A la tele le pasó lo que nos pasó a todos en los últimos diez años. La tecnología nos modificó a todos. La televisión hoy tiene la crisis que en un tiempo tuvimos lo actores, cuando la tele no nos representaba demasiado. La tele, que nos manejaba a todos, cambiando de horarios los programas, haciendo una programación que no nos interesaba demasiado, o que era muy vulgar, repetitiva, hoy se encuentra que ni siquiera modificando todo eso podría interesar al espectador. Hoy le falla el rating a la televisión misma.

-Lo último que hiciste fue Quiero vivir a tu lado. ¿Ahora en qué estás?

-Sí, en Polka, un programa que se dio en Uruguay. Y sufrió un poco la actualidad de la televisión: un rating relativo. Y ahora estoy preparando un espectáculo unipersonal para festejar los 15 años de mi sala teatral, Chacarerean, con texto de autores jóvenes argentinos.

-Tu abarcaste desde la escritura teatral y la actuación, hasta producir y tener sala propia. ¿Le recomendarías eso a un artista de teatro que esté empezando?

-Bueno, a mi me hizo muy bien. Pero te diría que lo único que no recomiendo es tener un teatro. Si te gusta el teatro no tengas un teatro. Porque es muy difícil mantener los costos fijos, invariables, con una actividad tan variable, tan frágil como el teatro. Un teatro es un barco en altamar.

-¿De joven qué actores tenías como referentes?

-Yo tenía como un abanico de referentes: Ulises Dumont, Carlos Carella, Alfredo Alcón, Federico Luppi, Luis Brandoni, Miguel Ángel Solá. Y ahora hay tantos actores, que creo que pasa que los jóvenes no saben a quien seguir. Y por lo tanto les cuesta mucho más ser constantes con la búsqueda del estilo de la creación.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

teatro

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad