crítica: Lorca en las trincheras de madrid
En El Galpón se dan este fin de semana las últimas funciones de un espectáculo que alterna títeres y canciones
El Galpón brinda su faceta más popular en este montaje de formato híbrido, donde se mezclan unas escenas musicales inspiradas en el cancionero republicano de la Guerra Civil española, con una representación de títeres de una obra de García Lorca, El retablillo de Don Cristóbal. Y el resultado es un montaje con ribetes de estudiantina.
La puesta, cuyo texto tiene mucho de ensamblaje, se vale del conocido repertorio de canciones del bando republicano para animar un espectáculo que, pese al tema de la guerra, es superficial. Pese a la indudable belleza de esas canciones (que son interpretadas desde una estética bastante descuidada), en el fondo expresan la glorificación de la muerte en combate, y hasta cierta banalización de la guerra. En ese aspecto, esta aproximación a la Guerra Civil española es ligera, irreflexiva, muy apoyada en el tono de arenga. E interpretada por un elenco con muchos elementos jóvenes, a los que se les podría evitar participar de un montaje tan superficial con respecto al tema bélico.
En la obra de títeres asoma la potencia del léxico lorquiano, con sus imágenes potentes, pero la representación en sí perdió agilidad, y hasta frescura, estando muy volcada al dramatismo. En suma, lo popular en su vertiente más superficial.
Lorca en las trincheras de Madrid [**]
Sala: El Galpón, últimas funciones, mañana a las 21.00 y domingo a las 19.30.