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Nuria Espert: "Uruguay es un país pequeño y sabio, que ha conseguido una convivencia envidiable"

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Nuria Espert

ENTREVISTA

La legendaria actriz española se presenta por primera vez en Uruguay, con Romancero gitano, en el Teatro Solís

Es una figura histórica de la escena española e internacional, de las más premiadas y reconocidas, y en 2016 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, por ser “una de las personalidades más sobresalientes y prolíficas del panorama interpretativo”. Nuria Espert llega en un par de días al escenario mayor del Solís, y de mano de uno de los mayores directores teatrales de España, Lluís Pasqual. Y lo hará para interpretar a uno de sus autores favoritos. Romancero gitano, de García Lorca, se presenta el martes 2 a las 20.00, luego de una reprogramación del espectáculo, que inicialmente se había marcado para el miércoles 3. Entradas en Tickantel, de $ 190 a $ 600.

-Va a ser su primera vez en Uruguay.

-Sí, mi primera vez en Uruguay, no se puede creer. Es completamente extraño pero cierto. A Argentina sí he ido mucho, y siempre queriendo ir a Uruguay y nunca yendo. Ahora felizmente se concretó.

-¿El nombre de Uruguay a qué le remite?

-A Margarita Xirgu, y a un país pequeño y sabio, que ha conseguido una convivencia envidiable. Y me remite también a José Mujica, un presidente que aunque ahora ya no está en ejercicio, admiro mucho.

-¿Se puede definir su espectáculo "Romancero gitano" como un recital?

-No, es una representación. Los poemas son interpretado por mí, no recitados. Lluís Pasqual, uno de los mejores directores de Europa, ha hecho un relato maravilloso, tomando todos los comentarios que García Lorca hacía a sus amigos antes de leerle cada uno de los poemas del Romancero. Estos comentarios a veces son divertidos, otras profundos, pero siempre bellos y muy excitantes. Yo, Nuria, aparezco también en esta lectura que Pasqual hace de la obra, contando dónde empieza mi relación con García Lorca. Cuando yo era niña, mi padre apareció en casa, escondiendo el Romancero gitano: y todas esas cosas van configurando una noche poética, a veces tremenda, dramática, otras poética y lírica. Tiene de todo.

-Usted realizó una parte de su carrera fuera de España, en continuas giras. ¿Qué la llevó a eso?

-Eso fue la suerte de encontrar en mi vida a un grandísimo director, Víctor García, un tucumano que vivía en París, donde comenzó a dirigir con un enorme éxito. Y con él hice tres espectáculos inolvidables: Yerma, Las criadas, de Genet, y Divinas palabras, de Valle Inclán. Y esos espectáculos dieron eso que se llama la vuelta al mundo, que no es tal. Con ellos coseché más de 20 premios internacionales. Y eso supuso un cambio completo en mi trayectoria. Siendo que es muy difícil con nuestro idioma, el español, viajar por Europa llevando espectáculos. Llegué a actuar en Irán, en Egipto, en unos viajes maravillosos que todavía no han terminado. Todo lo que hago lo llevo también a Inglaterra, a Italia, Francia. Pero todo eso comenzó con Víctor García.

Nuria Espert con Lluís Pasqual
Nuria Espert junto a Lluís Pasqual, director del espectáculo. Foto: Sergio Parra

-Usted en Buenos Aires cosechó grandes éxitos.

-Sí, en los años 70 estuve por primera vez en Buenos Aires, con Yerma, y fue un enamoramiento total. En España estaba Franco todavía, y la dureza de aquellos tiempos estaba en plena efervescencia. Y Buenos Aires era otro mundo: la libertad, la alegría. Argentina es mucho más culta que España. Las librerías de Buenos Aires, abiertas toda la noche, gente que ama el teatro y los libros. Fuimos por unos días y nos quedamos meses. Incluso pensamos en comprar un minúsculo apartamento. Desgraciadamente, no lo llegamos a hacer. Yo no sé qué me voy a encontrar ahora, porque en tantas visitas que fui haciendo, ha ido viendo que va pasando cada vez más por momentos difíciles.

-Al inicio de su carrera usted perfilaba como actriz de cine.

-He hecho muy poco cine, no me gusta hacer cine. Y lo poco que hice no me gustaba en absoluto. Y el teatro me dijo con letras clarísimas que yo era una actriz de teatro. Y a partir de ahí, soy buena espectadora de cine pero no me hubiera gustado ser una actriz de cine.

-¿Hoy cómo ve el panorama teatral de su país?

-El teatro español ha mejorado mucho en los últimos 20 años. En las actuaciones se han producido unos cambios magníficos. El teatro sigue siendo una de las ramas más bellas del árbol de la cultura. La cultura es muy amplia, y abraza lo mejor del ser humano. Y el teatro es una de sus ramas muy fecundas, porque puede transformar maneras de pensar. El teatro ayuda a comprender.

-Sus padres eran actores...

-Actores aficionados. Eran dos obreros: mi padre era carpintero y mi madre trabajaba en una fábrica de tejidos, en Barcelona. Mis padres eran muy aficionados a la poesía y al teatro, y cuando yo nací, me dieron el nombre de Nuria por una de las grandes obras del teatro catalán, que es Tierra baja. Y como ellos se habían conocido actuando en esa obra, me dieron ese nombre. Un nombre precioso, que recuerda mis orígenes.

-¿Cómo se ubica con respecto al independentismo catalán?

-Yo no soy siquiera nacionalista, así que se puede imaginar lo lejos que estoy de ese nacionalismo excluyente. Va contra mi naturaleza, contra todo lo que soy capaz de pensar. Para mí es una grandísima tristeza lo que está pasando en Cataluña: toda España está sufriendo, pero la que más sufre es Cataluña, desgobernada, con gente presa por haberse saltado las leyes. Es de una tristeza escalofriante. Lejos de arreglarse las cosas, todo va hacia un precipicio.

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