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Miguel Ángel Cherutti: "Hoy de un hombre podés decir cualquier cosa. De una mujer no"

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Miguel Angel Cherutti

ENTREVISTA

El gran cómico e imitador argentino habló con El País antes de su presentación en Teatro Metro, el sábado 9 de noviembre con Cherutti es inoxidable

Estoy cumpliendo casi 39 años de profesión, y por eso al show le puse Cherutti es inoxidable, porque mantengo la misma resistencia. Voy a contar un poco mi historia, desde los comienzos en la televisión. Y feliz de ir a Montevideo, un lugar donde yo ya me presentaba allá por 1982, en el Hotel Oceanía”, contó a El País el actor y humorista argentino, que el sábado 9 de noviembre a las 20.00 estará en Teatro Metro. Abitab, de $ 990 a $ 1290.

“Cuando hago un unipersonal no me gusta ponerme máscaras ni pelucas. Me gusta trabajar con buena puesta de luces y sonido, y que el público se concentre en lo que yo estoy haciendo”, sintetiza el actor.

-¿Hoy, con la nueva agenda de derechos, te sentís limitado?

-Sí, tengo que reconocer que sí. Hay una cosa que pasa siempre: el humorista, si le aplauden un chiste, cuenta otro en esa línea, y te vas subiendo a un tren, y cuando se están matando de risa, por ahí te arriesgás a decir algo más fuerte. Y ahí está el problema. Cuando ibas a decir algo más fuerte, te tenés que frenar. Yo trato de buscar un equilibrio: cuando voy a hacer un chiste, primero trato de leerlo, estudiarlo, y preguntarme si realmente es para mí. Y si no es así, no lo digo. Prefiero agarrar para otro lado, y contar una historia, algo que aprendí de Landriscina. Que lo fuerte del chiste sea lo que se va diciendo, aunque el remate no sea fuerte. Eso me gusta hacer ahora.

-Hacer chistes sobre la sexualidad, con doble sentido, ya no corre…

-El doble sentido todavía lo podés usar, pero hay otras cosas que no se dicen más. Yo cuento un chiste que dice, ¿cuáles son las medidas del hombre perfecto? Y agrego: 80, dos, 80. Es decir, 80 años, dos infartos, y 80 palos en la cuenta bancaria. Y la gente se ríe. Pero no hago un chiste similar a ese, que tenga a una mujer como protagonista. Y tenés que buscarle la vuelta. Y hago el chiste: ¿por qué un hombre no puede ser guapo e inteligente a la vez? Y remato: porque si no sería mujer. Es decir, vos hoy del hombre podés decir cualquier cosa, pero de la mujer no podés. Eso está comprobado.

Miguel Angel Cherutti
Cherutti y su galería de personajes. Foto: Difusión

-¿Tú no te metés, por ejemplo, con la homosexualidad, cuando imitás al cantante Raphael?

-Mi mujer siempre me dice que Raphael es uno de mis personajes que me sale más real. Yo lo hago con un doble sentido muy sutil, pero no me meto con su sexualidad. Lo que me importa de esa composición son las caras, los gestos, los movimientos, pero tomando su forma de comportarse en el escenario. Todo a cara limpia, sin peluca, sin máscaras, sin nada. Lo mismo pasa con Sandro. Yo trato de hacer un Sandro bien auténtico, porque trabajé con él, en 30 años de magia, allá por 1993. Lo tenía al lado mío, lo veía todas las noches. Pero no hago chistes de gays, ni nada por el estilo.

-¿Con la grieta, se volvió difícil hacer humor político?

-Sí, en Argentina tenemos la famosa grieta, y según donde vaya con mi unipersonal, puedo meter algo de política. En Argentina hay varios personajes que son muy imitables, como el piquetero Luis D'Elia, que tiene una voz muy particular, siempre amenazante. Obviamente que cuando hacía las revistas, siempre había un sketch de actualidad, donde imitaba a Néstor Kirchner. También hago un Macri, un Alberto Fernández, pero son cositas muy cortitas, con tonos más de parodia que de imitación, tomando frases que han dicho ellos. Y la gente lo toma a bien. Pero no hago una bajada de línea política: eso sería un error. La gente no quiere una bajada de línea. La gente se quiere reír y nada más. En la revista sí te podés jugar más en ese sentido. En el unipersonal, es distinto.

Miguel Angel Cherutti
Cherutti, de Pavarotti a Maluma sin escalas. Foto: Difusión

-¿Cómo está hoy la revista?

-Mal, mal. La revista en Buenos Aires hace ya varias temporadas que no existe. Y creo que las últimas revistas importantes fueron las mías. Hasta el 2011, 2012, se generó alguna expectativa en el teatro de revista. Después fue cualquier cosa. Hoy una revista es muy costosa, por vestuario, escenografía, y por a quienes tenés que contratar, gente que corte entradas. Por eso hoy se pusieron de moda las comedias, que son más económicas, no demandan tanta inversión. Hoy la comedia superó a la revista. Yo igual no pierdo las esperanzas. Se puede volver a hacer un buen espectáculo de revista. El público no le dio la espalda a la revista, aunque sí es cierto que hoy la gente se acostumbró a un estilo distinto de espectáculo, como la comedia o la comedia musical, que puede permanecer en la cartelera un par de temporadas. Pero rinde más un binomio de actores reconocidos, con un título importante, que ya está impuesto internacionalmente.

-Pese a tu larga carrera mucha gente todavía te recuerda en el personaje de Pirucho, tu primer trabajo que te hizo saltar a la fama, junto a Jorge Porcel, en La peluquería de Don Mateo.

-Sí, es cierto. Porcel tenía una gran capacidad de improvisación, y gran memoria, porque Gerardo Sofovich escribía, pero cuando se sentaba en el lugar del director, pedía que le respetaras el remate. El remate no lo podías mover. También era fundamental la dicción, los tiempos, las pausas. De eso yo siempre traté de asimilar todo. Cuando yo arranqué, hacia 1982, lo hice junto a gente que era muy profesional. En eso soy algo nostálgico. Siempre trato de llevar al escenario algo de lo que aprendí con toda esa gente. 

Miguel Angel Cherutti
Cherutti, un show que recorre su carrera. Foto: Difusión

“Fui reinventándome, actualizando mi rutina”

“En este show trabajo desde el humor, desde el gag, un poco desde el stand up, la imitación. Yo sé que es lo que le gusta al uruguayo, no solamente porque he estado mucho en ese país, sino porque a calle Corrientes viene mucho uruguayo a verme”, explica el cómico sobre Cherutti es inoxidable.

“En este show fui a mi esencia, busco que me vean en lo más auténtico de mí, solo en escena, sin cambios de máscaras ni nada. Es una hora y 20 minutos, sin intervalos, un show para toda la familia, todo muy sano”, agrega.

“Tengo que hacer un Raphael, la gente me lo pide. Y pensando en algo más contemporáneo, un Enrique Iglesias. O un Montaner, o un Arjona. Yo voy de lo romántico a lo más movido: un Luis Fonsi también tiene que estar en el escenario. Maluma también. Yo fui reinventándome, y tratando de actualizar mi rutina”, detalla Cherutti.

“Ahora, si me preguntás qué es lo que más me gusta, creo que la gente se queda fascinada con la lírica. Pavarotti, y también el tango. Cuando hago tango sale un Cherutti auténtico, porque canto totalmente con mi vos. Yo ya de muy jovencito me di cuenta que tenía un don en la voz. Imitaba, pero con tenía oído, afinación”, asegura.

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