"El método Grönholm": el escenario deshumanizado
Humberto de Vargas, Gabriela Iribarren y Álvaro Armand Ugón protagonizan el brutal texto de Jordi Galcerán

Evidentemente El método Grönholm tiene actualmente dos grupos de espectadores. Los que ya vieron alguna versión de la obra, y los que por primera vez se asoman al ingenioso texto del catalán Jordi Galcerán, que tuvo gran popularidad más de una década atrás. El título, que ahora se está dando en Teatro del Notariado, había tenido una primera versión local en 2006, bajo dirección de Mario Ferreira, y su vuelta a la cartelera deja en claro que el tema de la obra no ha perdido vigencia. El autor critica los duros métodos de selección de personal de las empresas, y el asunto sigue siendo un tema actual.
Lo que quizá cambió más sea que el público ya se acostumbró a este tipo de obras, en la que los personajes encubren sus verdaderas identidades ficcionales, para desenmarcararlas hacia el final del espectáculo. Porque en El método Grönholm hay un juego de engañar al público, al igual que con la popular Toc Toc, o con Bajo terapia. La obra de Galcerán, además, presenta un panorama muy crudo, inhumano, de las relaciones entre las personas, en el que en todo momento el escenario desborda de maldad. En suma, es un tipo de teatro para un tipo de espectador, que disfruta con esa dinámica deshumanizada.

Asumido ese código entre lo que ocurre en escena y el público, la actual versión presenta más humor y más juego que la que se había visto más de una década atrás en Teatro Movie. El director Mario Morgan arma una concepción escénica interesante, en la que expone mucho a los actores, obligándolos a desarrollar mucho a sus personajes. Quizá se podría haber intentado trazar a los personajes en un tono menos vulgar, pero el resultado parece comunicarse bien con la platea, que parece seguir la obra con atención constante, respondiendo eficazmente a las situaciones de humor.
Gabriela Iribarren y Álvaro Armand Ugón logran los puntos más altos en materia de actuación, sobre todo al trabajar mano a mano. Humberto de Vargas consigue, una vez más, gran comunicación con su público, con sus arrebatos expansivos. Pero la obra no deja de ser un texto cruel, que busca denunciar una situación, pero en el fondo ofrece un tipo de teatro poco humano, con el que algún espectador se puede sentir incómodo.
El método Grönholm [***]
Autor: Jordi Galcerán. Dirección: Mario Morgan. Actores: Humberto de Vargas, Gabriela Iribarren, Álvaro Armand Ugón y Nicolás Pereyra. Sala: Teatro del Notariado, sábados a las 21.00 y domingos a las 20.00. Tickantel, $ 550.
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