Obituario
A los 83 años, murió el actor y director Júver Salcedo
A Júver Salcedo, el actor, director y docente de teatro uruguayo que falleció ayer a los 83 años, lo recuerdan sobre todo por su humor. El músico Fabián Marquisio, que trabajó con él entre el año 1999 y 2001 en la Escuela Teatro de la Gaviota, comentó que se tomaba todo para la risa, pero nunca sin perder el “profesionalismo tremendo” a la hora de trabajar. Tanto él como Lilian Olhagaray, su esposa “tenían mucho feeling con los alumnos”, rememoró Marquisio,
Por su parte, el crítico de teatro Jorge Abbondanza declaró: “Lo notable de él era que cuando hablaba, cuando opinaba, cuando hacía indicaciones, cuando dirigía emanaba una autoridad natural que no se fabrica. Se tiene o no se tiene. Pero junto con eso, su notable cordialidad sesgada de buen humor”.
Salcedo fue un actor precoz que a los 15 años comenzó a estudiar con Enrique Guarnero -miembro fundador de la Comedia Nacional- e ingresó, en 1952, al elenco de radioteatro de Élida Acosta y Floreal Cavalieri. Destacaba su voz grave, y su porte esbelto y a veces muy solemne. A la vez, también emprendió por el camino teatral y se sumó al Teatro El Galpón. Fue un comienzo difícil, dijo en el ciclo A escena con los maestros de TV Ciudad, que se emitió en 2013. “En la radio me decían ‘¿cómo vas a ir a trabajar a un lugar donde no te pagan nada?. Estás trabajando gratis. Te das cuenta de que está contra el trabajo de todos nosotros’. En el teatro me decían, ‘¿cómo vas a hacer radioteatro? Es rebajarse’. Yo creía que no. Por supuesto y por eso lo hacía”. A pesar de todo, Salcedo continuó por los dos caminos. En la radio estuvo entre los años 50 y 60, cuando todavía el género era muy popular, trabajó con nombres célebres y llegó a dirigir el radioteatro del SODRE. Participó en la televisión pública y privada desde su período fundacional, un camino que empezó en la década de 1960 como productor del teleteatro oficial. Su trabajo en la televisión también lo llevó por Buenos Aires a partir de la invitación del también director y actor, Carlos Muñoz.
En El Galpón, desde 1964 dirigió varios títulos, como Las d´enfrente, de Federico Mertens, y Ramón’s Bar, de Hugo Bolón. Paralelamente participó como actor en numerosos espectáculos de esa compañía, bajo las órdenes de Atahualpa del Cioppo, Ugo Ulive, entre otros.
En 1977, cuando El Galpón marchó al exilio, Salcedo fundó el Teatro La Gaviota, que debe su nombre a la pieza de teatro de Anton Chejov. Ahí actuó, dirigió y llevó adelante la gestión administrativa. Ese grupo se estableció en el Teatro Stella D’Italia en 1986, desde donde ha ofrecido decenas de valiosos espectáculos, de los más variados autores y géneros, teniendo siempre cierta predilección por los clásicos. Desde entonces, comenzaron una lucha para que el edificio fuera declarado monumento histórico, hecho que se concretó en 1989.
Además, a partir de 1985, trabajó como director artístico de la Comedia Nacional, donde dirigió obras Un tranvía llamado deseo (1981), Viveza Criolla (1955) y Barranca Abajo (2001).
Abbondanza, que lo siguió a lo largo de su carrera como actor y director, y que fue miembro del consejo coordinador de la Comedia Nacional, recordó la gratitud que significaba encontrarse con él porque “siempre tenía una salida chispeante sobre el arte, sobre el teatro, sobre la realidad, sobre el prójimo”. Además, remarcó que fue un excelente actor y un director de primera línea, “un hombre de teatro cabal, de esos que ya escasean”
A Marquisio, que se acercó a Salcedo para componer la música de las obras de la Escuela de La Gaviota, siempre le pareció que era un “progre en el trabajo”. Estuvo con él por un período de tres años y hasta para las obras clásicas le proponía “cosas principalmente medio locas” y él aceptaba. “Era un tipo bien abierto a las diferencias”, reconoció.
Como actor, entre sus últimos papeles está el de José Batlle y Ordóñez en la obra Qué tupé (2011) de Diego Fischer, bajo dirección de Álvaro Ahunchain. En 2013 se destacó con La Nona obra del argentino Roberto Cossa que estrenó en La Gaviota, dirigida por Jorge Denevi.
Tres roles diferentes
Un docente admirado
Formador de actores, Júver Salcedo estuvo desde sus inicios vinculado a la Escuela de Teatro La Gaviota, donde enseñó artes escénicas y ofició además como director de los elencos de la compañía. Estuvo al frente de decenas de obras.
Una figura Política
En una de sus últimas experiencias teatrales, le tocó ser José Batlle y Ordoñez en la obra basada en el libro de Diego Fischer, que representó el antes, durante y después del duelo con el Dr. Washington Beltrán, a quien en la obra interpretó Álvaro Armand Ugón.
Un padre conflictuado
En el mismo año que ganó un Morosoli, Salcedo brilló en una nueva versión de La Esperanza S. A., que la compañía La Gaviota había estrenado casi 20 años atrás. Compuso a un padre que recibe a su hija recién vuelta del exilio, con ganas de volver a empezar.