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Escenarios armados desde la risa

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Falladas

Teatro de comedia

La comedia uruguaya dejó un 2017 con éxitos y se prepara para los desafíos que vienen

Las luces se prendieron, la sala entera, que por poco no estaba repleta, se puso de pie y agradeció por las risas con aplausos. En el escenario del Movie de Montevideo Shopping, Luciana Acuña, Patricia Wolf, Paola Bianco -sustituida por la argentina Carolina Papaleo en algunas funciones-, Adriana da Silva y Catalina Ferrand despedían la primera temporada de Falladas en Uruguay. Una obra escrita y dirigida por el argentino José María Muscari que en la calle Corrientes de Buenos Aires fue interpretada por Cecilia Dopazo, Martina Gusmán, Laura Novoa, Andrea Politti y Patricia Palmer. Entre el 7 de septiembre y el 29 de noviembre la comedia reunió a 10 mil uruguayos, algo que el productor Diego Sorondo celebró como un éxito. Lo normal para las comedias uruguayas que funcionan a nivel de público, ronda los tres mil espectadores por temporada.

El 2017 fue un año bueno en general para las comedias. Algo que parece que se va a repetir en 2018. Sorondo no es el único que lo comprueba con los tres mil espectadores que sumaron las funciones veraniega de Falladas en el Enjoy puntaesteño. También el director Mario Morgan inauguró la temporada montevideana con sala agotada para Nuestras mujeres en el Teatro del Notariado, una obra donde convergen las actuaciones estelares de Diego Delgrossi, Franklin Rodríguez y César Troncoso y que desde el estreno no bajó de los 1.300 espectadores por fin de semana.

El Teatro del Centro, por su parte, vuelve a apostar este año por uno de sus grandes éxitos 2017, Confesiones de mujeres de 30, dirigida por Graciela Rodríguez, que si bien no llegó a los seis mil espectadores de Lilián Enciso con No tenés goyete, logró los tres mil con una función semanal entre abril y octubre. Además, si de buenas y taquilleras propuestas se trata, vuelve al Teatro Alianza la comedia dramática Magnolias de acero, con dirección de Álvaro Ahunchain. Por su parte el Teatro Metro sigue apostando a la producción argentina y ya para marzo espera la llegada de El amor y las pasiones: un debate imperdible con Gabriel Rolón, que estuvo el año pasado en esa sala con Historias de Diván.

Sorondo, que también está por detrás del éxito de Maxi de la Cruz en la cartelera local, tiene una cabeza de empresario en cuanto a teatro se trata -aunque remarca que también hay amor por un arte que ve desde que era niño - y uno de sus mayores deseos es generar una industria uruguaya como la que se ve en Buenos Aires o en Broadway. Cree que hay cuatro claves para eso, o por lo menos son las variables que le funcionaron con Falladas.

Lo primero es que la obra ya venía con un antecedente de éxito en la otra orilla que le funcionó como termómetro para más o menos saber si podía rendir acá. Después estaba la firma de Muscari, una figura muy querida por estos lados; a eso le sumó la combinación de cinco mujeres populares que, cada una en su rubro -algunas en televisión, otras ya venían del teatro -, tenían su propia convocatoria. El cuarto punto, que para él es esencial, la estrategia de difusión en la previa, que implementó. “En Broadway ves los anuncios de espectáculos seis meses antes de que se estrenen y ya podés comprar las entradas. Eso genera una necesidad en el espectador. Con Falladas traté de hacer lo mismo, empezamos a mover las redes sociales en abril para una obra que se estrenaba en septiembre”, explica y agrega que eso permitió tener agotadas las primeras tres funciones una semana antes: “El día del estreno apareció gente a comprar a último momento y no podía creer que no hubiera más lugar hasta el otro fin de semana. Hay tendencia a creer que el teatro uruguayo no agota,la gente se sorprende y empieza un boca a boca que apura al público”.

“El público puede sentirse atraído por una figura y entonces se convierte en un llamador de boletería”, admite Morgan, pero no deja de creer que lo esencial es la calidad, que la temática llame el interés del público, sea comedia o sea drama, pesa; “así como la originalidad del planteamiento y desarrollo”.

Fórmulas peligrosas

Morgan es un temerario en cuanto al concepto “teatro comercial” y el peligro de caer en los prejuicios. “Teatro comercial es todo, porque desde el momento en que se compra una entrada, es un comercio”. también que hay un riesgo en elevar a la categoría de teatro propuestas que no lo son, “como lo que se ha dado a llamar stand up, que en otra época eran cafés concert o unipersonales”, ejemplifica.

Al director le molesta que muchas veces se considere despectivamente a la comedia, un género que requiere de una gran destreza, una notable puesta en escena y mucho trabajo. “Dentro del propio mundo del teatro se minimisa la comedia y se habla por otro lado del ‘teatro de arte’. Shakespeare, Molière, Lope de Vega, hicieron comedias. Lo que pasa es que así cómo hay dramas bastardos, hay comedias bastardas”.

El trasfondo está, para Morgan, en que a veces se recurre a ciertas fórmulas hasta agotarlas, “como es el caso de las mujeres que hablan mal de los hombres, que ya se escriben casi como recetarios”, explica.

Gerardo Begérez, un director joven con varias obras taquilleras y que para este año planea probar más con la comedia, concuerda con Morgan en que aún existe “el mito de que la comedia es un arte menor”. Para él la diferencia está en que hay obras en las que “abundan las figuras de la televisión que llegan más al público”. No siempre hay talento, dice, pero s el público es más “benévolo” y se conforma con ver a sus “ídolos de la tele” en el escenario. “Pero también hay dramas intelectualoides y panfletarios que generan dos cosas: dormir al espectador o que abandone para siempre el teatro”.

Los prejuicios están, muchas veces, en que se cree equívocamente que la risa no lleva a la reflexión, dice Morgan. Para Begérez, “es difícil que alguien pueda reflexionar y pensar en cambiar una realidad, si lo que está sintiendo es tedio y sueño”.

Lo local frente a lo extranjero

La producción Nacional tienen su espacio

El efecto “Falladas”, que conquistó y acercó gran público a la sala de teatro del Movie de Montevideo Shopping fue tal que preparó el terreno para que la productora DS se animara a traer otros títulos que funcionaron en la calle Corrientes de Buenos Aires.
Bajo Terapia, Casados sin hijos y Bollywood, una industria sin estrellas tendrán sus versiones uruguayas, y aunque entre sus actores habrá figuras de la vecina orilla con Diego Ramos o Gabriel “Puma” Goity, el elenco será mayoritariamente uruguayo. Diego Sorondo cree que aunque la gente tiende a pensar que Argentina vende más al público montevideano, todo está en saber atraer al espectador y conformar una industria propia que resulte interesante por sí sola.

En cuanto a la cantidad de obras de producción nacional que ocuparon la cartelera montevideana, en Teatro Movie, por ejemplo, que en 2017 tuvo un total de 30 espectáculos, solo cinco títulos eran argentinos y todos de stand up. En Teatro del Centro, la temporada, que fue de febrero a diciembre, estuvo conformada por 11 producciones montevideanas. Aunque no hay que olvidar tampoco las visitas extranjeras que llegaron a Teatro Metro, como lo fue Gabriel Rolón con dos funciones de Historias de diván o El otro lado de la cama con las actuaciones de figuras como Gimena Accardi, Sofía Pachano, Benjamín Rojas y Nicolás Vázquez; es posible ver que la comedia uruguaya tiene un público cautivo.

Mario Morgan opina que la diferencia entre el teatro de ambas orillas está en los recursos económicos. “Cuando un espectáculo viene del exterior con todos los elementos con los que fue puesto en escena en el país de origen, obviamente que atrae. Pero tiene que ver con que un éxito en Buenos Aires son ocho mil espectadores semanales y en Uruguay hay tres mil en la temporada”, y eso se ve en los resultados económicos y permite muchas veces una puesta en escena más costosa.

Begérez ve a la producción comercial uruguaya con poco riesgo y cree que “es tiempo de animarse a generar productos ambiciosos realizados cien por ciento por el talento local. Afortunadamente, están sucediendo ambas cosas y eso hará progresar”.

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