CRÍTICA

Ricardo Darín está agotando localidades desde el escenario mayor del Auditorio Nacional Adela Reta (de 1860 butacas), con esta obra sobre texto de Ingmar Bergman que ya había presentado en 2016. En aquella oportunidad la hizo junto a Érica Rivas, y ahora el papel femenino está en manos de Andrea Pietra. Y es interesante comparar el trabajo de una y otra actriz.

Rivas quizá sea algo más filosa, carismática, y tiene un modo casi humorístico de expresar la ira, al punto que parece que fuera a estallar. Pietra construye su personaje desde una mujer algo más corriente, aunque es un placer verla cuando alcanza picos de dramatismo. Tiene un monólogo, sola en escena, que expresa enorme maestría.

Darín, una vez más, volvió a seducir al público, con una actuación que equilibra bien técnica y naturalidad, apoyado en una clara dicción. El famoso actor volvió a construir su personaje con fuerza, asumiendo riesgos, como los que demandan las escenas en las que entra en juego el alcohol. Y este personaje se lleva perfecto con Darín, dado que ambos expresan una mezcla interesante de condescendencia y rebeldía. El público, una vez más, siguió cada paso del drama, entrando en una zona muy rica, en la que hay mucho humor, mucho desgarro, y gran terreno para la reflexión y el análisis de la dinámica de un matrimonio y su ruptura. 

El éxito internacional de esta producción argentina no se debe solamente a la fama de Darín, quien volvió a ser recibido con un aplauso cerrado apenas salió al escenario. Simpatía que se reafirmó en algunos toques mínimos de improvisación que el solvente actor dejó caer. Un pilar del éxito descomunal de esta versión tiene que ver con la sagacidad del texto de Bergman, que hurga en los entretelones de ese matrimonio que se separa pero de algún modo sigue unido. Y el público se liga mucho con ese tema, en el que entran aspectos vinculados a la sexualidad, a la mirada de los otros, y a los objetivos que cada uno traza para su vida.

En ese aspecto, el público quizá sienta como un regocijo, en el que mezcla de modo difuso la adoración que siente por Darín con todo ese cúmulo de temas que a tanta gente toca directamente. También, en la noche de este nuevo estreno montevideano, el pasado miércoles, el público aplaudió calurosamente a Pietra, que para muchos fue como un descubrimiento verla sobre las tablas. La actriz concretó en escena un personaje lleno de verdad.