Ciclo gratuito reúne a un centenar de personas por función.

A veces uno no tiene presente que hacia el mediodía se puede ver danza en pleno centro de la ciudad, con entrada libre. Y son espectáculos cortos, de unos 40 minutos, que permiten tomar contacto con nuevos lenguajes escénicos, de Uruguay y del mundo. Es el ciclo Solos al Mediodía, que desde la Sala Delmira Agustini, del Teatro Solís, brinda unipersonales de danza, los viernes y sábados a las 13:00.

"Estamos teniendo muy buena afluencia de público y ya esta actividad es un clásico dentro de la programación del Teatro Solís en primavera. Va un promedio de 100 personas por función, incluyendo a la visita guiada del teatro que termina ahí. Van extranjeros, y también gente de teatro, de danza, familias, con niños. Es muy lindo porque sirve también para introducirlos en la danza", comenta a El País Andrea Arobba, a cargo de la curaduría de este ciclo, que está en su séptima edición y apuesta a crecer.

La presente edición comenzó el pasado 14 de octubre y se extenderá hasta el 3 de diciembre. El ciclo continúa este viernes 4 y sábado 5 con la actuación del bailarín brasileño Marcus Moreno, quien hizo una investigación profunda sobre la técnica del clown.

La semana siguiente, el viernes 11 y sábado 12, saldrá al ruedo Cecilia Ivanier, una bailarina emergente que se presenta bajo la tutoría de Florencia Varela, su madre. Luego, el viernes 18 y sábado 19 será el momento de Stuart Shugg, un artista australiano que trabaja en Estados Unidos, "un joven creador, de técnica impecable, con una calidad de movimiento muy certera. Él usa mucho dejar ir las extremidades, el peso. Es un placer de ver", indica la curadora.

El ciclo 2016 sigue el viernes 25 y sábado 26 con la presencia de la bailarina chilena Teresa Prieto, quien se presentará en otra zona del Solís, el histórico foyer, apoyada por un sistema de circuito cerrado. Y cerrará el ciclo (el viernes 2 y sábado 3 de diciembre) Norma Berriolo, artista de larga trayectoria en la danza y el teatro uruguayos, que trabajará en escena sobre su propia carrera.

"La idea del ciclo es armar una serie de espectáculo con artistas nacionales y extranjeros, gente joven y más veterana, para poder mostrar distintos puntos de vista y los momentos de vida que cada uno está viviendo. Y el ciclo, al ser al mediodía, te da una liviandad, quitando esa parte misteriosa que tiene el escenario cuando está a oscuras. Es algo luminoso, con el espectador más cercano", reflexiona Arobba.

"Siempre trato de mantener ese equilibrio de generaciones, de géneros y de uruguayos y extranjeros. Las propuestas, cada una, es como muy personal, íntima, del viaje en el que está el artista. Eso es lo lindo que se ve de los Solos al mediodía", dice la curadora a la hora del balance.

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