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La Comedia Nacional ofrece una obra en escenas para armar y entender

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La reunificación de las dos Coreas

CRÍTICA

En Sala Verdi es está presentando La reunificación de las dos Coreas, del autor francés Joël Pommerat

Un formato original y sobrio, que innova con prudencia desde estructuras escénicas tradicionales. Un poco por ahí va La reunificación de las dos Coreas, un título de antemano desconcertante, para un espectáculo que tiene interés, pero que demanda un espectador entendido en teatro, y que vaya a ver la función descansado y con la cabeza clara. No es de esas obras que, como quien dice, se ven solas, con solo sentarse en la butaca y mirar al escenario. Acá hay que retener bien en la memoria lo que van diciendo los actores, y razonar.

Joël Pommerat es un autor francés de una generación literaria relativamente recientes (nació en 1963), y es muy buena la presencia de su obra en nuestro medio, dado que ofrece novedad en la forma como en el modo de abordar los temas. Y sobre todo, por la interesante conjunción entre forma y contenido. 

La reunificación de las dos Coreas
La reunificación de las dos Coreas, por la Comedia Nacional. Foto: Carlos Dossena

Por medio de una veintena de escenas de distinta duración, el autor hace desfilar sobre el escenario a muchos personajes, en su mayoría no relacionados entre ellos. Las escenas son independientes, y por lo tanto los personajes aparecen, trazan un perfil psicológico y situacional, y ya está. Es el espectador el que tendrá que buscar, si quiere, los nexos entre esos muchos fragmentos escénicos.

Y el nexo tiene que ver con el tema del amor, pero más en particular con la distancia del amor de una persona en relación con otra. Desde la relación entre un hombre y una prostituta, hasta una pareja que parece ir camino a divorciarse. La locura también entra en juego, para indagar sobre hasta dónde se puede amar en el marco de trastornos emocionales. En la extensa galería de personajes aparece un catálogo de los vínculos amorosos, desde la novia de la infancia a la pelea en plena víspera de la boda.

Y todo eso está servido desde un texto, que aun en su traducción pudo conservar los juegos del léxico y el absurdo que muchas veces ofrece el propio lenguaje.

Desde la dirección, Mario Ferreira pone el acento en el texto y los actores, buscando los matices físicos y verbales de todo el numeroso elenco. Y el texto le da pie para explorar en distintos registros, pasando por zonas de tono más costumbrista (apoyadas en el temperamento arrebatado de los personajes), y otros terrenos de un naturalismo más austero.

Mario Ferreira, director de la Comedia Nacional
Mario Ferreira, director de la Comedia Nacional. Foto: Francisco Flores

El marco escenográfico es también sencillo y sintético, resuelto a través de una serie de paneles corredizos que crean distintos espacios, y que de algún modo pueden ser asociados con esos personajes en conflicto, cortantes, que expresan en muchos casos lo oscuro del ser humano. El elenco muy eficaz, y es un gusto volver a ver a Sandra Américo, como actriz invitada, en filas del elenco oficial.

La Comedia Nacional con este título cumple con ese sector del público que reclama obras nuevas, que permiten de algún modo que la escena uruguaya esté algo actualizada en materia de dramaturgia internacional. Pero no es una obra para todo público: más bien demanda un espectador acostumbrado a ver teatro de texto exigente. 

ficha

LA reunificación de las dos coreas [***]

Compañía: Comedia Nacional. Texto: Jöel Pommerat. Dirección: Mario Ferreira. Elenco: Alejandra Wolff, Andrés Papaleo, Cristina Machado, Daniel Espino Lara, Fabricio Galbiati, Isabel Legarra, Levón, Lucio Hernández, Luis Martínez, Natalia Chiarelli, Sandra Américo. Escenografía y vestuario: Beatríz Martínez. Sala: Verdi. Funciones: viernes y sábados a las 21.00 y domingos a las 17.00. Tickantel, $ 190.

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