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Claudio Tolcachir, o el escenario como juego para armar

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El amor siempre paga. Diego Peretti y Paola Krum hicieron reír y emocionar en teatro El Galpón. Foto: Difusión.

Con el público de Montevideo pasa una cosa rara: muchos se quejan porque no se ven muchas novedades en los escenarios, pero cuando viene un espectáculo innovador, se suele comentar que es extraño, que sembró el despiste, que no conformó.

Quizá algo de eso pasó con Dínamo, que el miércoles y jueves pasados se vio en la sala principal del Solís. No fue el único espectáculo que llegó con dirección del famoso (en los círculos teatrales) Claudio Tolcachir, que desde el viernes al domingo pasado presentó La chica del adiós en El Galpón, protagonizada nada menos que por Diego Peretti, un galán sin pretensiones de serlo, que cuenta con bastante seguidores de esta banda del río.

Tolcachir se fue ganando al público uruguayo desde hace algo más de una década atrás, cuando trajo su fantástico montaje La omisión de la familia Coleman. Una concepción del espacio escénico propia, con gran libertad para utilizar el escenario, fue una constante en sus escenificaciones. Desde allí, el dramaturgo y director argentino representaba historias familiares, de seres desgarrados, que buscaban encajar entre ellos desde el desequilibrio personal. Un ritmo ágil imprimió a sus primeras obras un sello muy personal, que también se nota en el juego con la utilería y el vestuario, y cómo los objetos cobran valor y sentido en la escena.

El público de Tolcachir fue creciendo en Uruguay, y cada nueva producción se espera ahora con muchos comentarios previos y muchos recuerdos en el haber. El viento en un violín y Tercer cuerpo siguieron conquistando adeptos a medida que el director hurgaba en otros argumentos que reconciliaban al complejo individuo con su entorno, no menos complejo.

Y el año pasado llegó Emilia, que dentro de su lenguaje supuso cierto desplazamiento, quizá con mayor énfasis aún en lo emocional y algo más austero en la escenificación. Pero Tolcachir es, por suerte, un creador inquieto, y no quiso quedarse en lo ya capitalizado.

Por eso creó Dínamo, una obra original, dentro de la trayectoria del artista, y también en cualquier otro contexto. En primer lugar, por una escenografía inolvidable, que condiciona (y muchas veces comprime) el campo de acción de las tres actrices que dan vida a esta hermosa historia, que se cuenta casi sin palabras.

Dínamo entrelaza tres historias distintas, de tres mujeres que poco o nada tienen que ver entre ellas. Si bien muchas cosas suceden al filo de la locura, al borde de lo surreal, los autores (Tolcachir la ideó junto a Lautaro Perotti y Melisa Hermida) lograron que el argumento conserve un pie en la realidad. En su transcurso, los personajes no se comunican tanto por el diálogo, sino por el gesto, la ira, el arrebato, el impulso visceral.

En general es una obra en la que cuesta un poco ingresar en su universo ficcional, porque es fuera de lo común. Pero los personajes están, y lo que les pasa está a la vista. El equipo de trabajo tuvo la prudencia de no extender demasiado un código teatral tan original para el espectador, y la obra remata, en poco más de una hora, un juego de situaciones que tiene su final, que una vez más en la obra de este director, apuesta por fortalecer los vínculos entre las personas. El aplauso del público, en la función del pasado jueves, pareció manifestar admiración, pero también cierto desconcierto. Y creo que no tiene nada de malo que el público se vaya desconcertado.

En la otra punta del Centro, en el Teatro El Galpón, y en el otro extremo de los géneros teatrales, se ubicó La chica del adiós, una comedia romántica con toques de humor, que Paola Krum y Diego Peretti defendieron bien desde los roles protagónicos. En ella la mano de Tolcachir también se hizo notar, como en los múltiples roles que desempeña Gipsy Bonafina. Aunque con un final algo moroso, la obra, apoyada en el solvente texto de Neil Simon, sabe hacer reír, y hasta llorar un poquito de emoción. Y este sábado en El Galpón, otro trabajo de Tolcachir permite el encuentro con Mercedes Morán, en Ay amor divino, que va el sábado a las 21:00 y el domingo a las 18:00. Entradas en Red UTS, a $ 1560, $ 1310 y $ 1060.

LA CHICA DEL ADIÓS (****)

Autor: Neil Simon. Dirección: Claudio Tolcachir. Elenco: Diego Peretti, Paola Krum, Gipsy Bonafina, Lucía Palacios. Escenografía: Alberto Negrin. Vestuario: Ana Markarian. Iluminación: Marcelo Cuervo. Sala: Teatro El Galpón, las funciones fueron del viernes al domingo pasados.

DINAMO (*****)

Libro y dirección: Claudio Tolcachir, Lautaro Perotti, Melisa Hermida. Elenco: Daniela Pal, Marta Lubos, Paula Ransenberg. Música en vivo: Joaquín Segade. Iluminación: Ricardo Sica. Diseño de escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez. Sala: Teatro Solís, las funciones fueron miércoles y jueves pasados.

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El amor siempre paga. Diego Peretti y Paola Krum hicieron reír y emocionar en teatro El Galpón. Foto: Difusión.

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