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El campo tiene mucho para enseñar al habitante urbano

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Entretelón: Don Brígido, un ser de trapo basado en otro real.
DCF 1.0

El medio rural tiene mucho para enseñarle a la gente de la ciudad, según se desprende de algunos espectáculos de la cartelera infantil. Mientras en Life Alfabeta (en Barreiro y Berro) un texto de Juan José Morosoli reivindica el ambiente y los valores tradicionales en Tres niños, dos hombres y un perro (que se puede ver diariamente a las 17 horas), desde hoy se presenta al público en el Cabildo, con entrada libre, otro trabajo que va en similar dirección: Las aventuras de Don Brígido.

El espectáculo lo lleva adelante el titiritero Javier Perazza y su equipo. El artista, de larga trayectoria en el medio local, lleva 43 años al frente de su propia compañía. El espectáculo va siempre a las 15 horas, hoy, el viernes y el sábado, y la semana que viene, jueves 9, viernes 10 y sábado 11 de julio. Como la entrada es libre, y la capacidad es de algo más de un centenar de localidades, conviene llegar un rato antes.

"Esta obra tiene ya algún tiempo: la hicimos para llevar por el interior del país, y presenta personajes de campo. Se centra en una pareja de veteranos y sus animales, que también están viejos: la gallina no pone huevos, la vaca no da leche", explica a El País Perazza, adelantando que luego en el argumento ocurre un reciclaje, que revaloriza a los protagonistas, tanto seres humanos como animales.

El montaje reúne títeres de varilla, de guante y de manipulación directa, con cierto juego de escalas. El lugar es en el primer piso, en la sala principal, donde hay una pequeña tarima que remarca el escenario. Como señala el titiritero, hacer la obra allí permite no solamente disponer de un buen lugar para representarla, sino inscribirla en un paseo mayor, dado que el visitante del Cabildo encuentra muchas actividades para realizar. La puesta no necesita demasiada infraestructura para ser montada: "En el Interior la hemos hecho de noche, en una plaza, debajo de un árbol", recuerda el artista. En el escenario, una especie de retablo es el marco, que si bien tiene el apoyo de música y luces, se basa principalmente en el diálogo del texto.

"Don Brígido tiene algo de histórico: nació de historias que me contaba mi abuela, de un tropero, borracho y gracioso, que venía desde Rivera a Montevideo", afirma Perazza, explicando el trasfondo real que tiene este personaje de trapo. Y a la hora de describirlo, señala que tiene la astucia y el conocimiento del terreno que siempre se atribuye al gaucho, así como cierto carácter bonachón.

Pero en buen medida será la mujer de Don Brígido quien, con los pies más en la tierra, solucionará los problemas que la pareja y sus animales protagonicen, abriendo un juego hacia cierto discurso de género, que también está presente en la versión de Tres niños, dos hombres y un perro. Y también aportan mucho a la trama los animales, que si bien no hablan, se expresan y mucho, por medio de los sonidos característicos.

Perazza señala que el paso del tiempo ha cambiado los temas de la compañía: desde la dictadura, cuando se promovía un mensaje democrático, al presente, más centrado en temas concretos, de la convivencia, y en este caso, el respeto a los más veteranos.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Entretelón: Don Brígido, un ser de trapo basado en otro real.

Desde hoy, ”Las aventuras de Don Brígido” en el Cabildo: entrada gratis

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