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A la buena comedia hay que saber esperarla

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El nombre

Crítica: El nombre

La comedia Matthieu Delaporte y Alexandre De La Patelliere en una divertida versión local en el Notariado

A todos nos ha pasado. Juntarnos con amigos a comer algo rico y charlar, y terminar peleados, enfrentados por la propia conversación, que tomó un rumbo inesperado. Esa es la gran idea de esta comedia de autores franceses, que llegó de la mano del director Mario Morgan al escenario del Notariado. Y el resultado es un espectáculo inteligente, que dice cosas interesantes, que va creciendo hasta un largo final bien arriba, con la sala riendo hasta la carcajada.

El clima cómico de esta comedia demora en concretarse. Al principio son algunos chistes aislados, mientras el público se va metiendo despacio en la trama, que gira sobre qué nombre ha elegido para su hijo el protagonista, que lo interpreta nada menos que Franklin Rodríguez, quien en las últimas semanas parece haber cobrado más protagonismo en la cultura montevideana que todo el que forjó a través de sus textos teatrales, sus actuaciones, su escuela de teatro, su sala, y sus trabajos de dirección, en casi cuatro décadas de carrera ininterrumpida.

Y realmente, la actuación de Franklin Rodríguez en ese personaje corrobora su capacidad para la comedia, su carisma, su magnetismo. En los picos más altos de comicidad a los que trepa El nombre, un solo gesto de él, un pequeño movimiento, alcanza para arrancar humor a la platea. El pasaje que hace el actor, desde el rol de presentador a su propio personaje, es una prueba más de su ductilidad. Y su modo de hablar, tan característico por momentos, le otorga un sello inconfundible.

Jorge Esmoris, otro gran comediante de mucha trayectoria, tiene momentos eficaces, aunque también pareció algo descansado en su propio talento. La sorpresa fue Nacho Cardozo, actuando como un intérprete profesional, sin apoyarse en tics y gestos expansivos, como tantas veces ha hecho en ese y otros escenarios. Gabriela Iribarren compuso con precisión a la dueña de casa, mientras que Manuela Da Silveira quizá no lució todo lo que se podía esperar de ella. Su personaje queda algo marginal en muchos momentos, y a ella le falta más manejo de las herramientas actorales en los tramos de más tensión. De todos modos, siempre es un gusto verla integrada a un elenco de calidad.

Claro que no se trata de un show cómico, para reír sin parar de principio a fin. Estamos ante una comedia fina, de texto preciso, que va cocinando a fuego lento sus mejores escenas de humor. Y estas surgen cuando el director y los actores han logrado meter al público en el argumento, haciendo que el espectador realmente viva lo que está sucediendo en el escenario, que es bien creíble. Es ahí, en la media hora final, que el espectáculo se transforma en un hecho escénico potente, que el público sigue casi como sin tomar noción de estar ante una representación.

También en ese momento, la escenografía, que había parecido anodina, solamente funcional, queda justificada, por el marco que le confiere a las acciones. En suma, conviene ir a ver esta comedia lúcida, de la que seguramente todo espectador puede llevarse algo a su casa, además del programa de mano, obviamente.

ficha

El nombre [****]

Dirección: Mario Morgan. Elenco: Franklin Rodríguez, Jorge Esmoris, Gabriela Iribarren, Ignacio Cardozo y Manuela da Silveira. Sala: Notariado. Viernes (21.00), sábados (21.00 y 23.00), domingos (20.00) y lunes (21.00). Tickantel.

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