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Al amor hay que saberlo manejar

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Engaño: Cacciatore, Madrid y Ubal en una vertiginosa obra lorquiana. Foto: M.J. Medina

Un enorme texto lorquiano en escenario galponero.

Pocos dramaturgos han atravesado el paso del tiempo tan bien como Federico García Lorca, cuyos textos siempre regresan a la cartelera de teatro. En este caso es Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, que Ruben Silva dirige en El Galpón, rebautizada Delirio, pese a que el texto no ha sido alterado.

"El texto tal como fue concebido por Lorca es más tipo guiñol, para títeres. Yo lo llevo por un lado más lírico, más humano, no tan caricaturizado", indica a El País Silva, quien ya había hecho este título casi dos décadas atrás en Teatro Circular. En aquel entonces el mismo texto estaba siendo hecho por otro grupo, y eso lo llevó a ponerle otro nombre para diferenciar los espectáculos. Ahora, al volver al texto, quiso conservar aquel título, Delirio, que se presenta sin escenografía, a escena limpia.

"Llevé al teatro escenografía, y al probarla, no me gustó, la saqué, y quedaron solo los actores en escena", señala el director, quien sin embargo sí utiliza máscaras y un vestuario lleno de referencias de época.

La trama ha cobrado vida mil veces en escena, siendo muy recordada la versión que Stella Rovella había hecho en El Tinglado, en 1998. Don Perlimplín, hombre maduro, alentado por su criada, se casa con Belisa, joven sedienta de amor pasional, quien lo engaña en la misma noche de bodas. A partir de allí va creciendo esta tragicomedia, hasta un final de pasión y locura.

"Para mí la obra tiene que ver con la esencia del amor cuando le llega a alguien como Don Perlimplín, un personaje introvertido, intelectual, muy encerrado en sus libros. Y un día se le despierta el amor, y él empieza a explorar todo su mundo interno. Y ese amor él no lo sabe manejar, y entra en un delirio. La quiere complacer a ella, creando el amor perfecto, y lo que parece una comedia termina en tragedia", analiza Silva.

En escena están Connan Madrid, Natalia Ubal, Lola Díaz, "Chechu" Cacciattore, Rodrigo Caballero y "Chacho" De Gregorio, quienes en poco tiempo tienen que dibujar muchos climas. "Es una pieza breve, de 45 minutos, en la que Lorca logra llevarte por todos los estados: te hace reír, llorar, doler. En un solo diálogo, los actores tienen que transmitir muchas cosas, ser cómicos y a la vez profundos, y potentes", remata el director, quien en la música del montaje subrayó el carácter español, a través del flamenco, la copla y otros melodías que el público suele apreciar.

Delirio se presenta hoy a las 20:30 en la Sala Cero, de El Galpón (Av. 18 de Julio 1618) y luego durante agosto va los jueves, en la misma sala y horario. Entradas, $ 250.

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Engaño: Cacciatore, Madrid y Ubal en una vertiginosa obra lorquiana. Foto: M.J. Medina

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