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Adiós a un actor de larga carrera

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Jaime Yavitz. Foto: Archivo EL PAÍS
FERNANDO PENA

Director y comunicador televisivo, Jaime Yavitz será velado hoy en el foyer del Teatro Solís.

El pasado sábado 4 de junio falleció, ya anciano, el destacado actor Jaime Yavitz, a los 82 años de edad. Su carrera estuvo fuertemente vinculada a la Comedia Nacional, aunque su rostro, a la vez serio y amable, fue muy difundido por la televisión, principalmente como periodista de espectáculos en Canal 4. Como su memoria se merece, hoy por la mañana será velado desde las 11:00 en el foyer del Teatro Solís, y hacia las 13:00 el cortejo partirá para el Cementerio Israelita de La Paz.

Yavitz (Montevideo, 1933) será recordado por más de una generación de espectadores de teatro como un actor y director riguroso, trabajador, que ocupó un lugar relevante en el elenco oficial durante casi medio siglo, desde principio de los años 60. Director, actor y docente, egresó con medalla de oro de la Escuela Municipal de Arte Dramático en 1959, ingresando un año después a la Comedia Nacional, donde desempeñó la mayor parte de su carrera.

En una entrevista de una década atrás, recordó su infancia y su ingreso a la actividad teatral con humor: "Viví en un barrio muy duro, donde la primera vez que fui a ver ballet lo tuve que hacer a escondidas". Su vocación lo condujo a ser un alumno destacado de la escuela municipal, donde tuvo contacto con todo un gran plantel de profesores.

Su primer trabajo actoral lo realizó siendo todavía alumno, bajo la dirección de Antonio Larreta, quien montó en 1957 una innovadora versión de Los gigantes de la montaña, de Pirandello. Desde entonces Yavitz participó en decenas de espectáculos, recorriendo textos de los más variados estilos y géneros, de autores nacionales y extranjeros. Intérprete estudioso y meticuloso en la elaboración de sus personajes, le tocó trabajar bajo las órdenes de los grandes directores que guiaron al elenco municipal: desde Margarita Xirgu y Laura Escalante, hasta Orestes Caviglia y Eduardo Schinca.

Pero además de sus trabajos como actor, Yavitz tuvo una fuerte vocación para la dirección teatral, y el listado de los títulos que llevó a escena asombra por su extensión y variedad. Además de haber dirigido obras de Oscar Wilde, Shakespeare, Peter Shaffer y otros autores de la literatura universal, escenificó muchos autores uruguayos, entre ellos Luis Novas Terra, Jacobo Langsner y Álvaro Ahunchain.

También montó óperas y espectáculos de grandes proporciones en espacios como el Cabildo, además de trabajar mucho para la televisión local, también en sus primeras épocas. En 1966 dirigió un ciclo de 18 obras de teatro del repertorio universal para Canal 4, en un tiempo en que se buscaba que los grandes títulos del escenario fueran emitidos por la pantalla chica.

Una de las obras más discutidas que Yavitz llevó a escena fue Artigas, sol de América, en 1975, título que fue interpretado como una propaganda del régimen dictatorial. Sin embargo, en una ocasión Yavitz señaló que hubo resistencias en aquel momento dentro de la Comedia Nacional a participar de ese montaje, y que alguien le había sugerido que había que cambiar alguna línea, como aquella que decía que el poder militar tenía que estar supeditado al poder político. El artista, según él mismo contó en una ocasión, se resistió a hacer los cambios que le habían sugerido.

Pero más allá de su labor escénica, este hombre de teatro tuvo otros ámbitos en los que desarrolló su pasión por las tablas. Uno fue la docencia, enseñando arte escénico en la Emad en múltiples ocasiones. Otra de sus áreas de trabajo fue como gestor, tanto dentro como fuera de la Comedia Nacional, de la que fue varias veces director artístico, en diversos períodos entre 1980 y 2000. Entre otras funciones, se desempeñó al frente del Departamento de Actividades Escénicas del Ministerio de Educación y Cultura, y en filas de la Cofonte (Comisión de Fondo Nacional de Teatro).

"En la Comedia Nacional puse mi vida", declaró a El País en 2008, a poco de su retiro. Y a modo de balance, agregó un consejo para los teatristas: "En general el problema del teatro uruguayo es que nos falta un conocimiento mayor de la técnica. Se trabaja mucho a partir de lo intuitivo: pero la intuición es también un límite".

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Jaime Yavitz. Foto: Archivo EL PAÍS

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