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"Decir que ha sido un honor encarnar este personaje icónico sería quedarse corta”, escribió en setiembre Melissa Benoist, cuando se anunció que la sexta seríala última temporada de la serie que protagoniza, Supergirl. “Me ha enseñado la fuerza que no sabía que tenía, a encontrar esperanza en los lugares más oscuros y a que todos somos más fuertes cuando estamos unidos. Lo que representa nos empuja a todos a ser mejores. Ha cambiado mi vida para mejor y estaré eternamente agradecida”, resumió.

La última aventura de la prima de Superman comenzó ayer en Warner Channel. Se estrenó a la medianoche el primer episodio de los 20 finales, una despedida que, se prometió, estará a la altura del personaje y del cariño que los fanáticos le han dado. El capítulo se repite esta madrugada (00.30).

Definido como un drama de acción y aventura, Supergirl se basa en Kara Zor-El, personaje de DC Comics que escapó de Krypton y, como Kal-El, fue criada por una familia adoptiva en la Tierra. Escondió sus poderes hasta que una situación límite la llevó a volar, literalmente, y desde ahí su vida se dividió entre sus horas de jovencita normal con carrera de periodista, y de superheroína que atiende responsabilidades para una organización gubernamental que brinda seguridad planetaria.

Estrenada en 2015 y con cinco temporadas disponibles en Netflix, la serie se abrió paso con el sello Greg Berlanti, que ha llevado con éxito a varias figuras de DC a la pantalla chica. Primero lanzó Arrow, que terminó el año pasado y tuvo a Stephen Amell en el traje de un millonario justiciero. Luego vino The Flash, con Grant Gustin como el ultraveloz Barry Allen de esta aventura aún en curso; y finalmente apareció Supergirl para equilibrar el predominio masculino. Berlanti también está detrás del spin-off Legends of Tomorrow y de Batwoman que, a diferencia del resto, se emite por HBO.

A pesar de una inicial mirada prejuiciosa, la de un público que criticó una apariencia estilizada más de comedia romántica que de acción de superhéroes, Supergirl se ganó a la audiencia a fuerza de un tono fresco y mucho corazón. Ha sido un show de perfil bajo y recorrido estable, con críticas siempre aceptables.

Ahora Kara tiene una última batalla con Lex Luthor (Jon Cryer de Two and a Half Men), de la que depende el bienestar del mundo y que a ella puede costarle la vida.

El corazón de la serie es, claro, una protagonista que cambió las canciones de arreglos pomposos de Glee, la serie que la llevó a la fama, por esta capa y estas botas rojas.

Melissa Benoist se sumó a la ficción musical de Ryan Murphy en su cuarta temporada (2012), con una generación de recambio para sustituir, en el coro New Directions, a ese puñado de graduados que lideraban los actores Lea Michele y Cory Monteith. La temprana muerte de este último obligó a reestructurar sobre la marcha, y la dulce Marley de Benoist ganó lugar.

Sus escalas en cine han sido puntuales (estuvo en la oscarizada Whiplash), pero el salto de un proyecto televisivo de pretensión global a otro fue inmediato. Glee terminó apenas meses antes del estreno de Supergirl.

El recorrido de esta superheroína tiene puntos de contacto con su propia historia, que tiene un matrimonio fugaz con un ex Glee (Blake Jenner), un amor feliz con su colega de Supergirl Chris Wood, con quien tuvo un hijo; y una denuncia pública de violencia de género, que hizo a través de un estremecedor video de Instagram. Ella no dio nombres, pero al tiempo Jenner se hizo cargo de las acusaciones y ofreció disculpas.

“Definitivamente siento que crecí con este personaje”, dijo Melissa Benoist en una entrevista reciente, antes de empezar a despedirse de los superpoderes y abrir, con su propio poder, una nueva etapa. “Me siento una persona completamente diferente a la que era cuando empecé el programa. Supergirl realmente me desafió a convertirme en una mejor persona como Melissa”.