Streaming

La plataforma seguirá con La casa de papel, y no para de crear

Esta semana, Netflix rompió el silencio que lo caracteriza y reveló algunos datos, en cuanto a millones de dólares generados y a audiencia, que hasta ahora se mantenían en el mayor hermetismo que internet permite. Entonces se supo, por ejemplo, que en este primer trimestre sumó 7,4 millones de suscriptores en total, lo que se tradujo en el aumento del 40 % de las ventas totales, y en una suba notoria de sus acciones. En resumen: a Netflix le está yendo muy bien y aunque haya varios tratando de ser una competencia en el rubro streaming —plataformas exclusivas como Amazon o Qubit, y otras vinculadas a servicios y señales de cable o de telefonía—, todavía les lleva muchos cuerpos de ventaja.

Con Netflix pasa eso del huevo o la gallina. ¿Estábamos necesitando, como espectadores, contenidos para consumir a demanda, o fue Netflix el que nos llevó a esa forma de mirar “televisión”? ¿Nos gustaban mucho las series y nos molestaba la poca oferta semanal de la tele abierta, o nos dejamos seducir por toneladas de ficciones que son como espejitos de colores?

El suceso del servicio tiene que ver de manera directa con su carácter de pionero en esta nueva forma de mirar la pantalla; pero también con su imparable producción de contenido propio, y un ojo envidiable para capturar proyectos más o menos difundidos, y transformarlos en gemas.

En este último caso se puede ubicar a La casa de papel, el gran caballito de batalla que hoy tiene Netflix. En los datos difundidos el martes en un informe de acceso público, se revelaba que el thriller de acción español que llegó a su catálogo en diciembre del año pasado ya es, para el servicio, la serie de habla no inglesa más vista de todos los tiempos. La creación de Alex Pina se había visto en televisión en España con éxito y repercusión moderados, pero cuando llegó a Netflix se expandió como un virus sin cura: en redes sociales están los que manifiestan su odio (literal) a la serie de moda, y en fiestas de casamientos están los que utilizan “Bella Ciao”, canto de la resistencia partisana revitalizado por esta serie.

El récord revelado por Netflix, que evidencia que no se trata sólo de un fenómeno rioplatense, llegó justo un día antes de que se confirmara que habrá una tercera parte.

El anuncio se dio en el marco de un evento en Roma, donde se adelantaron varias de las producciones que el servicio trae entre manos. La mayoría de los anticipos tienen que ver con ficciones europeas, y hay dos confirmaciones puntuales que son reflejo de cómo Netflix está tratando de llegarle cada vez a más público: hará su primera serie original holandesa, y su primera serie original turca.

Además, habrá una comedia inglesa producida y protagonizada por el prestigioso Idris Elba; una quinta serie original francesa sobre un grupo de jóvenes unidos por una fuerza sobrenatural (hola Stranger Things); otra adaptación en formato serie de The Wave, la novela de Todd Stasser que ya fue llevada al cine; un drama sobre la historia del fútbol, documentales de varios perfiles y más realizaciones italianas y españolas.

En paralelo, se difundieron las primeras fotos de la nueva temporada de Dark, que aunque se estrenará en 2019 tiene a varios fanáticos esperándola. Por si no la vieron, es la primera serie alemana del servicio y es un enigmático espiral de viajes en el tiempo.

Con tales ambiciones, ¿qué tanto podría afectarle a al servicio que Cannes le prohíba competir oficialmente por sus premios en el festival? Su premio ya lo consiguió: se quedó con el interés del público, y hoy marca las reglas del juego. Y está ganando.