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Eleonora Wexler: "Tanto hombres como mujeres estamos en un aprendizaje"

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Eleonora Wexler

ATRAPANTE THRILLER

La reconocida actriz argentina protagoniza junto a Nicolás Cabré y Jazmín Stuart Tu parte del trato, una serie de primer nivel que está en Cablevisión Flow

Junto a Nicolás Cabré y Jazmín Stuart, Eleonora Wexler es una pieza fundamental deTu parte del trato, atrapante thriller que se transmite por Cablevisión Flow. En entrevista colectiva en el lanzamiento de la serie, ella contó detalles de esta gran ficción argentina.

-¿Cómo es tu personaje en Tu parte del trato?

-Mi personaje se llama María, y es una mujer que trabaja en beneficencia en una fundación, aunque es médica, decidió dedicarse a trabajar para los chicos de un barrio carenciado. Y en determinado momento hay un juicio, porque los chicos de esta fundación aparecen intoxicados, con una serie de episodios confusos por detrás. Y cae en una crisis de pareja, le pasan una serie de cosas bastante desgraciadas, que ella no entiende muy bien por qué le suceden. Y vamos descubriendo cosas de María, en los capítulos posteriores, que no quiero adelantar. Me gustó mucho esta historia, por que lo primero que me interesa, más que el personaje, es qué historia tenemos para contar. Y esta es una trama con personajes grises, no tiene buenos y malos. A cada personaje le vas descubriendo cosas. A mi personaje lo vas entendiendo a medida que avanzan los capítulos, capa por capa como la cebolla.

-¿Qué tenés de María, tu personaje?

-Nada, teóricamente ella es mucho más inteligente que yo. No, hablando en serio, no tengo mucho que ver con María. Es una mujer fuerte, pero siempre hay que ver también la fuerza para donde se apunta. Yo cuando empecé a leer el guion, buscaba un punto en el que iba a tocar con ella. Pero no, ella es también distante. Un personaje complejo. Pero a mí me gusta más interpretar personajes con lo que me siento distanciada: un personaje bien distinto a uno es mucho más interesante, y más rico, para poder darle carne. Para componer un personaje, algún punto tenés que tocar para poder entrar. Y entrás por algún lugar, y después se te instala otro mundo que va surgiendo. Lógicamente, junto a la mirada del director. Y la relación con los otros personajes. 

Tu parte del trato
Tu parte del trato, Eleonora Wexler junto a Cabré. Foto: Difusión

-¿Sos de involucrarte en el guion?

-No, no me gusta involucrarme, porque cada uno tiene su trabajo. Creo que el autor, Guillermo Amodeo, tuvo su tiempo para crear esta historia: yo lo único que puedo plantear es, desde mi lugar de María, cómo se comportaría mi personaje en determinada situación. O hablarlo con el director. Pero soy de respetar el trabajo de cada uno, porque cada uno tiene su rol. Si acepto el guion que me dieron, lo tengo que interpretar. Y si no estoy de acuerdo con el guion, lo planteo antes de empezar.

-Tu parte del trato tiene escenas bastante jugadas a nivel de sexo. ¿Vos cómo manejás eso?

-Mi personaje no tanto, el personaje de Jazmín (Stuart) tiene escenas mucho más potentes que el mío. Eso tiene que ver un poco con el argumento, porque Patricia, el personaje que hace Jazmín, y el mío son diametralmente opuestos, aunque en un momento se juntan. Pero en un principio son la oposición absoluta. Pero más en general, no soy prejuiciosa con respecto a hacer escenas así jugadas. He hecho escenas fuertes, y tengo mucha libertad en ese sentido, siempre que tengan un sentido dentro de la historia que se está contando. No tengo prejuicios al respecto.

-¿Cuándo preparás un personaje, estás todo el tiempo en eso o solo en los ensayos?

-Depende de la intensidad del personaje. Por otro lado, a medida que uno va creciendo, te vas separando cada vez más del personaje. Cuando era más chica que costaba más separarme de los personajes, y a veces por ejemplo mi hermano me decía que estaba hablando como uno de mis personajes. Y yo no me daba cuenta. Y eso me pasaba un rato, hasta que bajaba. Ahora todo eso lo tengo mucho más trabajado, aunque hay personajes que te los traés mas hacia ti. En Tu parte del trato, al no ser tantos capítulos, y muy separados los días de rodaje, no me quedó tan plasmado el personaje.

-En Tu parte del trato sumaron fuerzas TNT, eltrece y Flow, con la producción de Polka. ¿Cómo ves esa estrategia de lanzar un producto que a la vez se ofrece por televisión abierta y por streaming?

-Sí, es una coproducción, y por eso fue posible. Es interesante esto de cómo se arma, a partir de todos los que participan. Lo bueno es que esta forma de hacerlo da diferentes opciones, tanto para el espectador de televisión por aire como de streaming. Si no sería muy difícil de poder llevar a cabo una serie, con este tipo de producción, potente, en ocho capítulos, con una buena historia y buena factura de imagen. Todo eso tiene lógicamente un costo económico. No creo que este tipo de asociación tenga tanto que ver con el streaming en sí, sino con la crisis que hay. Esta es una crisis que nos toca a todos. Uno no puede estar separado de eso, porque es un efecto dominó. La crisis que vive la producción de la ficción, es reflejo de la crisis económica que vivimos nosotros. No creo que tenga que ver con el peligro que pudiera correr la televisión de aire. Y no creo que esta crisis vaya a tener una solución rápida. Nada va a ser mágico. Estamos viviendo un momento que es ajustado para todos, y eso lo vivimos también en la calle, en lo más cotidiano. Ojalá podamos salir adelante, y estar con otro espíritu, más contento. Hoy nos preocupa la cosa de sobrevivir. Eso se siente en cada rubro. 

Tu parte del trato
Tu parte del trato, Cabré, Stuart, Carola Reyna, y Eleonora Wexler. Foto: Difusión

-¿Cómo ves el nuevo lugar que van ocupando las mujeres hoy?

-Yo como mujer estoy orgullosa de vivir este momento social. Y tengo una hija de 15 años, y siento que ellos también son bases para una nueva forma de la mujer en la sociedad, de transitar eso de otra manera. Antes había algo que estaba como naturalizado, sobre la relación entre el hombre y la mujer. Quizá hoy el hombre no sepa tan bien dónde está parado, lo va aprendiendo. Y nosotras también estamos aprendiendo. Tanto hombres como mujeres estamos en un aprendizaje, de encontrarnos en un código completamente diferente. Implica un gran crecimiento, con errores y aciertos: una batalla en el buen sentido. No en el sentido de pelea.

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