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Detrás de sus ojos necesitó solo dos días para convertirse en la serie más vista por los uruguayos en Netflix. Y eso que no contó la campaña de publicidad que definió a éxitos como Lupin, A todos los chicos: para siempre y Gambito de Dama. Pero no fue necesario, porque este thriller psicológico de seis episodios ya se consagró como uno de los fenómenos de febrero.

Es posible que su éxito esté ligado a sus alentadores antecedentes. Ideada por los creadores de The Crown —una de las series más exitosas de la historia de Netflix—, la historia está inspirada en Detrás de sus ojos (2017), el bestseller de la británica Sarah Pinborough, que se volvió tendencia en redes sociales gracias al hashtag #WTFThatEnding; algo así como “#quécarajosestefinal”.

La recepción de los lectores británicos fue más que suficiente para que Netflix se interesara por llevar la historia a su catálogo. Para hacerlo, contactaron a Left Bank Pictures —la productora detrás de The Crown— y se nutrieron de tres figuras británicas: Simona Brown (Kiss Me First, también disponible en Netflix), Eve Hewson (Un lugar donde quedarse) y Tom Bateman.

El actor de 31 años es la figura más reconocible para el público local, ya que en 2013 encarnó al hermano del gobernante italiano Lorenzo de Médici en la serie Da Vinci’s Demons. En caso de que no lo reconozca, es posible que lo recuerde por su papel en Asesinato en el expreso de oriente, la película de Kenneth Branagh, donde interpretó a Bouc, el amigo de Hercule Poirot.

El elenco se completa con Robert Aramayo, conocido por su papel como Eddard Stark en la exitosa serie Game Of Thrones, aunque su trabajo es como actor secundario.

Pero volvamos a Detrás de sus ojos. Los primeros minutos generan la idea que esta será una de esas clásicas comedias dramáticas que abundan en el catálogo de Netflix. Louise (Simona Brown), una mujer divorciada y madre de un hijo de siete años, decide recuperar su vida social y organiza una salida al bar con una de sus mejores amigas. Sin embargo, ella la abandona a último momento.

Lo que parece ser una de esas noches destinadas a quedar en el olvido, da lugar a un encuentro que inicia esta atrapante historia. De ahí el título del primer episodio, Encuentros fortuitos. Tras un accidente bastante tonto, se topa con David (Tom Bateman), un hombre elegante y apuesto que también se quedó solo en ese bar londiense.

Esta es la excusa perfecta para que dar paso a una alegre conversación que, horas más tarde, terminará con un beso fugaz que será rápidamente interrumpido por David. “Lo siento, no puedo”, dice antes de escapar del lugar.

Pero la historia no termina ahí. Unos días más tarde, se reencontrará en una situación inesperada. David, recién llegado de Escocia, será el nuevo jefe de la protagonista, que trabaja como secretaria en una sala de psiquiatría. Y hay más. Ambos deberán trabajar juntos tres días a la semana.

A esa altura del primer episodio —todo sucede en apenas ocho minutos—, uno puede hacerse la idea de que el resto de la serie se centrará en unos cuantos idas y vueltas incómodos entre ambos, especialmente para David, quien está casado hace 10 años. Sin embargo, el plan queda descartado de inmediato. “Nunca terminas de conocer a las personas. Ni siquiera lo intentes”, la aconseja una amiga a Louise.

Y ese es el punto de quiebre. A partir de ese momento es que Detrás de sus ojos adquiere el tono de thriller psicológico que hizo de la novela de Sarah Pinborough un éxito literario. La historia toma un giro oscuro cuando Louise se ve envuelta en una improbable amistad con Adele, la esposa de David, y se sumerge en una relación llena de tensiones y manipulaciones.

Por eso, lo que comenzó como un triángulo amoroso se termina transformando en un aterrador relato oscuro donde Louise se ve atrapada en una peligrosa red de secretos que demuestra que nada ni nadie es lo que parece.

Es un misterio basado en las experiencias traumáticas que definieron la vida de cada uno de los personajes, y está abordado de una manera tan cautivadora como adictiva.