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Bárbara Mori, la uruguaya que triunfa en América Latina: "He sanado bastantes cosas"

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Bárbara Mori en "La negociadora". Foto: Claro Video

ENTREVISTA

Radicada en México, la actriz conversó con El País sobre el estreno de su nueva serie, "La negociadora", de la pandemia y el futuro

Los cinco minutos de entrevista concedidos y la advertencia previa de no preguntar sobre asuntos personales hablan claro del estatus de estrella que tiene Bárbara Mori en México y, digamos, buena parte de América Latina. Nacida en Montevideo y criada en tierra mexicana, Mori se convirtió en una estrella de las telenovelas y consiguió, con el protagónico de Rubí (2004), fama internacional y el impulso para hacer carrera en el cine.

Pero cuando aparece en pantalla para la breve videollamada con El País, en el marco de un junket de prensa por su nueva serie, La negociadora, Mori es pura amabilidad y se esfuerza por demostrar que Uruguay está en sus venas y con orgullo. La bienvenida es con un “¿Cómo andás vos?”, un guiño que se pierde entre los “padrísimo” y los “chingo” que vendrán en la charla.

“Yo amo mi país y cada vez que regreso me doy cuenta por qué soy como soy. Porque amo México también; México me dio mi hijo, mi carrera, aquí me crié y salí adelante y he tenido muchos frutos de este país hermoso. Pero me encuentro muy distinta a las mujeres de acá, entonces cuando llego a Uruguay digo: ah, con razón soy de esta forma”, confiesa. Dice que, en lo posible, viaja una vez por año a visitar a su familia —abuela, tíos, primos— y que siempre se le salen flores cuando alguien le pregunta por esta tierra.

Mori pasó la infancia entre Uruguay y México, donde se asentó de forma definitiva en los noventa y tras sortear obstáculos personales, se convirtió en una de las caras más conocidas de la televisión local. Hizo Mirada de mujer o Azul tequila y marcó su punto de quiebre con Rubí, novela de 2004 que la empoderó, reforzó su éxito y la llevó a dar un vuelco a su carrera.

Bárbara Mori en "Rubí"
Bárbara Mori en "Rubí"

Tras la conquista definitiva de la pantalla chica, Mori apostó por la internacionalización de su carrera y se abocó al cine, donde protagonizó películas como La mujer de mi hermano, Treintona, soltera y fantástica o El complot mongol, las dos últimas con participación de su propia productora, también parte de la serie Dos Lunas (2014), lo último que hizo en televisión.

Eso hasta que dos años atrás se enfrentó a una historia que la atrapó y que la tiene de vuelta en el formato televisivo: es la protagonista de La negociadora, 12 capítulos de ficción criminal, de suspenso y acción que se estrenó el 11 de febrero en la plataforma de streaming Claro Video.

“Me llamó mucho la atención que cuando me ofrecieron la serie empecé a leer los capítulos y decía: ‘¡¿Qué sigue?! ¡¿Qué va a pasar?!’ y así hasta el 12, entonces claro que quería hacerla”, dice la uruguaya para graficar el entusiasmo que la llevó a embarcarse en este proyecto. “Está muy bien escrita; es una trama que no te suelta”.

Mori interpreta a la negociadora del título, Eugenia Velazco, una de las mejores abogadas criminalistas de América Latina que tiene que hacerse cargo de uno de los mayores secuestros terroristas de la historia mientras lidia con la sombra de un pasado familiar.

“El personaje es padrísimo”, resume la uruguaya y le destaca todas sus virtudes y fortalezas tanto como su “chingo de debilidades”. Eso, dice, es lo que le da una humanidad que permite que el espectador conecte con facilidad y se deje llevar por la historia.

Eso es, también, lo que le permitió a Mori trabajar en conjunto con Raúl Prieto y Juancho Cardona, cocreador y director de la serie respectivamente, para poner de sí en Eugenia con quien encuentra varios puntos en común.

“Es que las dos tenemos un pasado muy tormentoso. Yo por huirle a ese pasado y a las heridas durante muchos años de mi vida, el pasado se hacía presente, venían todos esos fantasmas y me complicaban la existencia”, admite la actriz. “Hoy estoy en otro lugar, ya he sanado bastantes cosas, pero Eugenia no: sí tiene este pasado tormentoso, sí le persiguen todos estos fantasmas y como no ha sanado, afectan su día a día y se van metiendo en la trama de los secuestros”.

Mori, que en alguna entrevista dijo que se enamoró de la actuación porque haciendo audiciones fue la primera vez que sintió que alguien le prestaba atención, dio en 2020 una charla TED remota en la que reveló en detalle una historia personal de violencia y de lucha, todo eso que, entiende, comparte con Eugenia Velazco.

CHARLA TED

“Creía que no merecía el buen trato de nadie”

“Al crecer rodeada de golpes y abusos psicológicos, se generó en mi la creencia de que yo no era lo suficientemente buena en nada como para haber merecido el amor de mis padres. Y creía que no merecía el buen trato de nadie, ni siquiera de mí”, confesó en una charla TED virtual brindada en 2020 la actriz uruguaya Bárbara Mori. Allí contó sobre una infancia “oscura y triste”, sobre una adolescencia impulsada por la necesidad de huir del hogar y explicó sobre el proceso que la llevó a rehacerse y a construir su carrera profesional y también su camino personal.

“Ni todo el dinero ni toda la fama ni todo el éxito jamás nos van a llevar a la felicidad si por dentro estamos rotos”, aseguró Mori en esta sentida conferencia sobre su historia. “A mí me rompieron de niña, mi padre con su adicción y violencia, mi padre con su abandono. Entonces entendí que para encontrar la felicidad tenía que empezar a mirar para adentro”, aseguró.

Siempre sonriente, antes de terminar la entrevista Mori cambia el foco de su entusiasmo y dice que la pandemia le sirvió para escribir: terminó el guion de la que será su ópera prima como directora y, además, esta escribiendo una serie.

“O sea que sí me dio a desarrollar mi creatividad muchísimo”, señala sobre el confinamiento, “pero también ha habido pérdidas de seres queridos. El mundo está caótico, está cambiando, y para mí la pandemia ha sido un maestro: no podemos seguir viviendo como estábamos viviendo, tenemos que cambiar. Y esto es un empujoncito para hacer esos cambios a los que no nos animábamos porque está rico estar en la zona de confort”.

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