DE VISITA

Ayer a las 21.00 la señal El Gourmet estrenó el noveno episodio de la tercera temporada de Me voy a comer el mundo, programa en el que la simpática periodista Verónica Zumalacárreguiviaja por distintos lugares del mundo: ayer le tocó el turno a Uruguay.

"Qué forma más rica de ver cocinar", le dijo a Julio, quien le cocinó a esta periodista española especializada en gastronomía en la calle, en una parrilla mollejas servidas con limón y pulpón a las brasas; también daban ganas de probarlo de este lado de la pantalla. 

Mientras que en la cocina de Diana (esposa de Julio), Verónica, quien siempre está interesada por conocer el contenido de las heladeras ajenas, estuvo mirando el interior del refrigerador que tenía tartas, dulce de leche y queso requesón.

La conductora también estuvo en el Parque Rodó junto a Diego, donde se animó a tomar mate e intentó cebarlo. Como ya había adelantado en su entrevista con El País, toda la ceremonia sobre el mate, que estuvo acompañada por tortas fritas (saladas y con azúcar), le llamó la atención a la conductora, que también se animó a bailar un poco de candombe en la calle junto a Nacho Cardozo.

Además, probó los churros de Los Hermanos en el Parque Rodó y comió chivito en el mítico Bar Arocena.

El recorrido de Zumalacarrégui por Uruguay no se limitó a Montevideo, y en Pueblo Edén estuvo cabalgando junto a Cristina, quien tiene un haras y la invitó a almorzar con una preciosa vista de esa zona. Entre las preparaciones que comió, hubo empanadas fritas rellenas de queso y un lomo asado hecho al horno y acompañado por papas.

El viaje exploratorio de Zumalacarrégui por nuestro país también incluyó un encuentro con la chef María Elena Marfetán de Lo de Tere, quien le cocinó sopopo de pescado realizado con sargo recién pescado en la Parada 39 de Punta del Este.

En José Ignacio estuvo con Nelson, quien le mostró el faro de ese lugar y juntos subieron los 128 escalones hasta llegar a la cima; en su casa junto a su familia cocinaron un clásico de los domingos: ravioles con tuco. Mientras que en un parador de la playa y antes de que termine el día probó un volcán relleno de dulce de leche.