El intendente de Paysandú, Guillermo Caraballo, no le teme a la osadía y quiere un carnaval sanducero con muchas propuestas innovadoras.

—¿Asistía al carnaval de niño?

—Siempre fui cercano al carnaval porque vivía en Olímpicos, un barrio muy popular de Paysandú. Salía a la cuadra y veía la murga Arlequines que sacaba el padre de una compañera de escuela y de la que recuerdo hasta las canciones. A unas cuadras también tenía el tablado del Club Colón, y a dos cuadras el concurso que se hacía en el estadio abierto, donde iba solo, con amigos o con mi familia, y en jornadas maratónicas mi madre llevaba una chismosa con jugos y refuerzos.

—¿Cómo es la fiesta allí?

—Paysandú tiene una larga y equilibrada vigencia de cuatro categorías fuertes compitiendo: murga, parodistas, humoristas y revista. Las agrupaciones de candombe no compiten en escenario, tienen su desfile y son el fenómeno más ascendente. Las comparsas hacen una gran cantidad de actividades durante el año y un gran trabajo social: se capacitan, dan talleres en las escuelas, hacen desfiles barriales y desfilan en otros departamentos. Son categorías que han logrado permanecer y a las que cada vez se integra más gente joven. Desde el pasado año, además, tienen su desfile de Llamadas que desbordó de público este año. Y a las categorías que compiten se le han integrado otras de Río Negro, Soriano y Concepción del Uruguay. Para el desfile inaugural vino una murga de Colón y de Concepción de Uruguay. Ese fue un desfile departamental que trajo mucho público de otras regiones.

—¿Cuál es el presupuesto?

En esta administración le dimos prioridad al Carnaval porque incluye a toda la sociedad, y pasó de 500 mil pesos a dos millones. Ahora la Intendencia lo organiza en conjunto con las agrupaciones que estén o no agremiadas a la Asociación de Directores de Agrupaciones de Carnaval (ADAC). Entre otras cosas este año montamos escenarios para integrar a las localidades, aumentamos la cantidad de los premios, hicimos acuerdos con el Banco República para que la gente tenga acceso al carnaval por 40 pesos. La construcción del escenario queda por fuera de ese presupuesto, pero lo que es premios, adelantos, costos y demás, llega a ese monto.

—¿Cómo será el carnaval hacia el final de su administración?

—Tenemos mucho talento en Paysandú. Desde lo artístico quisiera incorporar una dosis de murga joven con más creatividad y desparpajo, que innove la categoría y sorprenda. Aprovechar el movimiento creativo muy importante de los jóvenes universitarios que tenemos estudiando y trabajando acá y que ya tienen una murga joven y ganaron premios al mejor cuplé. Me imagino un carnaval llegando a más barrios, por eso este año construimos un tablado móvil con amplificación. Otra línea a trabajar es el tema de la integración con Argentina con la que hacemos intercambios culturales.

—¿Cómo se beneficiaría al departamento si este se reconociera por su carnaval?

—La concepción moderna dice que todo lo vinculado al Turismo y la Cultura en última instancia es desarrollo, y es desarrollo económico. Lo turístico hace que más gente nos visite. Lo cultural es que más gente se regocije, pero en el fondo es desarrollo, porque hay un movimiento económico y eso es importante para un departamento.

LA COLUMNA DE TINA FERREIRA