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Precisión y refinamiento

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En la primera parte del concierto la Orquesta Filarmónica de Montevideo tomó como tema principal a la muerte a través de dos visiones diferentes. La primera fue el famoso Valse Triste de Sibelius que fuera estrenado en Helsinki el 2 de diciembre de 1903.

Es parte de "Kuolema"(La muerte), música incidental que fuera especialmente escrita para la obra teatral de su cuñado Arvid Järnefelt. Este vals representa la danza de una viuda que baila con la muerte creyendo que es su difunto marido.

Es increíble lo que esta breve página ha contribuido a la popularidad del compositor entre los neófitos pero al mismo tiempo como contrapartida ha perjudicado su reputación ante las minorías de cultura musical refinada; haciendo que se desconozcan sus obras de mayor envergadura. La versión del director brasileño Evandro Matté de este vals fue de gran refinamiento y calidad expresiva donde los matices tuvieron un rol clave.

Luego escuchamos el ciclo de cinco canciones tituladas Kindertotenlieder (Cantos para los niños muertos ) de Mahler, que fueran inspirados en los poemas que Friedrich Rückert escribió ante la pérdida de sus dos hijos. Mahler estrena esta obra en Viena el 29 de enero de 1905 sin imaginarse que sería un lúgubre presagio de la muerte de su hija María quien fallece el 5 de julio de 1907; dos días antes de que el compositor cumpliera sus 47 años. Su esposa, Alma Schindler, le había advertido cuando comenzó a componerlas: "Concibo que se componga sobre tan terribles textos cuando no se tienen hijos o cuando se ha perdido alguno de ellos, pero no logro comprender que se pueda cantar la muerte de los niños cuando media hora antes se ha besado y abrazado a los hijos propios, alegres y sanos. Le dije: ¡Por amor a Dios, tientas al diablo!"

La versión que ofreció el barítono uruguayo Alfonso Mujica si bien correcta, su emisión fue demasiado rígida, desprovista totalmente del sentimiento que estas canciones expresan a través de sus conmovedores textos. En el acompañamiento orquestal se notaron inseguridades, tal vez debido a falta de ensayos. La segunda parte del concierto dejó el panorama sombrío para dar paso a la luminosidad que siempre se produce cuando se escucha la "Cuarta Sinfonía" de Mendelssohn. Su singular armonización del clasicismo y el romanticismo y es una de las joyas del repertorio sinfónico del siglo XIX. Matté logró trasmitir la hermosa plenitud expresiva que encierra, donde se valorizaron tanto los detalles instrumentales, como la percepción íntegra de sus grandes líneas sonoras dibujadas con admirable precisión.

SABER MÁS

ORQUESTA FILARMÓNICA DE MONTEVIDEO

Orquesta Filarmónica de Montevideo. Director: Evandro Matté. Solista: Alfonso Mujica (barítono). Programa: Valse Triste op.44 de Sibelius, Kindertotenlieder de Mahler y Sinfonia nº 4 "Italiana" opus 90 de Mendelssohn. Dónde y cuándo: Teatro Solís, 6 de octubre.

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