Se trata de María Emilia y está fuera de peligro, pero internada en observación; los delincuentes redujeron a los guardias de seguridad del barrio cerrado
Mientras un grupo de delincuentes robaba su casa en Pilar, María Emilia Fernández Rousse , una de las "trillizas de oro", quiso escapar y se tiró por un balcón de un primer piso. Por suerte, su decisión desesperada no le provocó ninguna herida de gravedad aunque sí varios golpes. Los ladrones que ingresaron a su domicilio y le robaron varios objetos de valor y dinero, habían reducido previamente a los guardias de seguridad del barrio privado y habían preguntado directamente por la casa de la artista. Los delincuentes estaban vestidos de policía, según informó el representante de las tres hermanas a La Nación.
Según el parte policial, los dos guardias declararon que fueron sorprendidos por cuatro hombres con el rostro descubierto, que les apuntaron con un arma de fuego y les sustrajeron una escopeta. Luego, según consta en el documento, les pidieron que los lleven directamente a la casa de Zavaleta y de María. Los hombres lograron robar joyas, dinero en efectivo y luego se dieron a la fuga.
"Fue a las 3 de la madrugada, Emilia estaba con su marido [Clemente Zavaleta] y escucharon ruidos en la puerta", explicó a La Nación Fernando Prensa, representante de las trillizas. "Al parecer redujeron a la guardia porque parece que después los encontraron maniatados. Se hicieron pasar por policías y estaban vestidos de policías. No sé si lo eran o no. Clemente y ella abrieron la puerta porque a la policía le abrís, por si te tiene que avisar algo de tus hijos o hermanas, andá a saber. Emilia, de la desesperación, trató de pedir ayuda y se asomó hacia la casa de su hija, que está al lado y ahí fue cuando trastabilló y se cayó, se cayó del balcón al piso" , dijo el hombre y aclaró: "Se tiró del primer piso de una casa, medio piso, no uno".
Tras la caída, los delincuentes, y según el relato de Fernando, la volvieron a entrar a la casa y la trataron de tranquilizar. "´Somos policías, no te vamos a hacer nada´, le dijeron a ella. Pero imaginate el terror de Emilia a que le hagan algo. Ahora está como un pollito mojado, temerosa, es horrible lo que le pasó", contó el representante.
En cuanto a su estado de salud, detalló: "Está internada en el Hospital Austral y tiene el brazo quebrado o con un golpe, está en observación porque puede llegar a tener golpes internos". Además, explicó que según algunos datos que recabaron, los delincuentes "preguntaron directamente por la casa de María Emilia".
Por otra parte, el representante indicó que a María Laura, que vive en el mismo barrio cerrado, le pasó algo semejante hace cuatro años. En cuanto a una supuesta complicidad de los guardias con los delincuentes dijo: "Eso no se sabe, no se puede culpar a nadie. Lo que se suele hacer es remover temporalmente a los guardias hasta que se termine la investigación".
El barrio posee una extensión de 12 hectáreas con un total de 63 casas habitadas y sólo tiene dos guardias armados por noche. Está delimitada con alambre tejido y posee 12 cámaras de seguridad en todo el perímetro, además de sensores de movimiento.
horrorLa Nación/GDA