COLUMNA FARANDULERA

fabiola bouvier

Hace como dos décadas fue Tom Cruise el que estuvo en el diván de Oprah Winfrey para, saltando como nene chico, le dijo al mundo que amaba a Katie Holmes. Desde entonces pasó mucha agua por el río, Cruise ya se divorció de Holmes, pero Oprah se mantuvo como un faro en el que las estrellas podían hablar a rienda suelta acerca de cualquier tema.

Este año la conductora más influyente y poderosa de la televisión americana entrevistó a Meghan Markle y el Príncipe Harry, quienes hicieron incendiarias declaraciones sobre la vida en el Palacio de Buckingham, que hizo que la Casa Real tenga que sacar un comunicado.

Y por lo visto la Meghan no será la última entrevista importante que tendría a Oprah en el tapete, me dijo mi amiga Irene.

Ah, contame que me gusta esta chica, le dije.

Bueno, según me enteré, la Britney Spears quien suele ser renuente a dar entrevistas, estaría pensando en cambiar de parecer, claro, si la entrevista Oprah.

Ah, me encanta cuando las celebridades encuentran alguien más famoso ante quien hablar sin tapujos, y encima convertir la charla de desahogo en todo un acontecimiento mediático.

Es que la Britney, quien tuvo un 2007 que el mundo no le deja olvidar, podría hablar sobre la tensa relación que tiene con su padre, quien por ahora es el que le maneja todo el tema monetario.

Creo que se vienen tiempos de cambio para Britney, y eso me gusta. Seguro que a Oprah también.