Pidió limosna, durmió en la calle y orinó en la vía pública. A la distancia lo estaban filmando; ningún transeúnte se dio cuenta de que ese indigente era una estrella de Hollywood.

Quizás sea el turno de Richard Gere de demostrar que es un gran actor. Time out of mind se estrena el viernes en Estados Unidos, cargada de elogios hacia su director y protagonista.

Se trata de un film de bajo presupuesto dirigido por el cineasta nominado al Oscar Oren Moverman, responsable del contundente drama The messenger. El director decidió que la mejor manera de filmar las escenas más duras de su personaje, era que el actor simulara ser un mendigo verdadero.

Durante días Gere descendió de un auto y pasó horas en las calles. Pidió monedas en un vaso de café, orinó en la vía pública, durmió sobre bancos, revisó basuras: nadie lo reconoció.

"Ninguno de nosotros sabía qué iba a pasar, pensamos que quizá pasarían unos cinco minutos antes de que la gente echara a perder la filmación, que me reconocerían y que ahí iba a terminar todo. A los pocos minutos de rodar nos dimos cuenta de que nadie estaba poniendo atención. Nadie me reconoció porque ninguno me miró a los ojos", contó el actor.

Según el director, lo que sucedió durante el rodaje es una muestra perfecta de lo que busca retratar su película, la indiferencia absoluta de la sociedad neoyorquina hacia los indigentes. "Nos hemos acostumbrado a la idea de que estamos en nuestras cápsulas separadas, pero no es verdad", reflexionó Gere, que agregó que se asustó al notar lo rápido que una mente puede deteriorarse en circunstancias como esta. 

La producción del film añadió que el único lujo que tuvo permitido la celebridad fue un hervidor eléctrico que podía conectar desde un auto. El film podría marcar un giro en la carrera del intérprete, "en verdad creo que esta era una de las cosas a las que estaba destinado", dijo convencido.

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