COLUMNA FARANDULERA
Desde Milán, el reconocido columnista de Sábado Show habla de la milésima separación entre El Polaco y Barby Silenzi
Tomo prestadas las palabras de mi amigo Ricardo Fort para empezar esta columna: “Basta, chicos”. Ya me cansé de leer la misma noticia cada dos meses: “El Polaco y Barby Silenzi se separaron”. Les aseguro que, a esta altura, los periodistas argentinos usan la misma nota que escribieron hace unos años y lo único que le cambian es la fecha. Es un dèja vú constante.
Ayer, mientras desayunaba mis huevos benedictinos, leí la noticia en la web de La Nación —porque no vivo solo de TvShow— y se me escapó una carcajada. Desde mi apartamento de Milán me acordé de ese dicho que tanto usan mis amigos con matrimonios conflictivos en nuestro grupo de WhatApp: “Estos tienen más despedidas que Los Olimareños”. Y esa frase se ajusta a esta historia.
Resulta que, luego de haberse reconciliado por milésima vez, El Polaco y Barby Silenzi volvieron a separarse. “Nos separamos para siempre”, dijo el cantante, y me reí tanto que el café se me volcó en la camisa. Disculpen mi frialdad, estimados lectores, pero eso ya lo había leído el año pasado. “Es el gran amor de mi vida y la voy a amar siempre pero cuando la cosa se termina, se termina”.
Eso sí, qué raro que se separen “para siempre” cuando están por debutar como pareja en La Academia, el nuevo programa de Marcelo Tinelli. No tengo dudas de que se trata una jugada mediática para generar expectativa. Prepárense, lectores, porque vamos a tener bastante material para hablar sobre el programa argentino.