COLUMNA FARANDULERA

fabiola bouvier

Cómo cambió el mundo en estas dos semanas que estuve de licencia. No me refiero solo al Cantando 2020 que arrancó con desafinaciones y algunos gallos. Tampoco a Got Talent que cada semana me saca un lagrimón. Me refiero a la pobre de la Nicole Neumann.

Resulta que antes que se desatara todo el tema de la pandemia y la mar en coche, la Nicole andaba pregonando contra el virus a todo aquel que quiera escucharla, y quien no, también. Solo le faltaba la campana para decir: “¡Shame!”, a lo Game of Thrones a todos aquellos que no usaran tapabocas ni acataran el distanciamiento social.

Sí, se cuidó mucho, pero ahora la gurisa salió a decir que tiene coronavirus, me dijo mi amiga Irene que me llamó para darme la noticia.

Ah, la que ha de estar festejando será la Mica Viciconte que no sé si se cuida, pero seguro que no se sacó cartel por cuatro meses con las precauciones que hay que tomar, le respondí a mi amiga.

Bueno, puede ser que sí, igual Nicole dijo que es una paciente asintomática y que se contagió por su empleada doméstica.

Pobre Nicole, dije. Seguro que está preocupada, le dije a mi amiga.

Lo que más le ha de molestar no es tener el Covid-19, o que el Poroto siga sanito. Seguro que la espina que tiene clavada es por saber que tiene que hacerse cargo de todas las tareas de la casa ella sola, me dijo Irene.

Seguro que la Viciconte está limpiando con alcohol en toda la casa, cosa de no escupir para arriba.