COLUMNA FARANDULERA

Fabiola Bouvier

El jueves a la noche todos fuimos testigos del nacimiento de una nueva celebridad argentina, para los que dicen que siempre son los mismos de siempre como mi amiga Irene.

Fue luego de la actuación de Esmeralda Mitre en el Cantando 2020 cuando ocurrió el hecho. Una vez que se calló Esmeralda, quien intentó cantar “La pollera amarilla” de Gladys la Bomba Tucumana, apareció Melina de Cano, quien para todos los presentes era una desconocida, aunque había participado en un reality que condujo Laurita Fernández.

Cómo será la cosa que ni Laurita se acordaba de quién era la gurisa, me dijo mi amiga Irene para ilustrar que era una total desconocida.

Claro que como Melina es cantante, además de ser la novia de Nell Valenti el compañero de Esmeralda en el certamen, cuando le pusieron un micrófono delante, brilló.

Y su presentación fue tan elogiada que hasta Marcelo Tinelli, quien es como un quinto jurado desde Twitter escribió: “Melina de Piano es una genia”.

Bastaron apenas esas seis palabras para que el universo se percatara de esta joven morocha que ayer mismo era confirmada como una nueva incorporación del Cantando.

¿Y a todo esto, qué dijo la Esmeralda?, porque le robaron la actuación, le dije a mi amiga.

Bueno, no se tomó muy bien que le sacaran los reflectores tan fácilmente y se fue del estudio. No es para menos, ya que Nacha Guevara le había dicho que parecía “desesperada” por trascender.