COLUMNA FARANDULERA

Fabiola Bouvier

Cada vez que un tema se vuelve relevante en la vecina orilla, comienza a generar debate y las celebridades argentinas se ponen agresivas. Según ellos es una honestidad brutal que hay que aceptar sin más. Bueno, esa honestidad ya me está cansando.

No pienso hablar del Diputado ese del cual todo el mundo comenta, ni de sus respuestas de honestidad brutal que fueron para el olvido. Todo el asunto me pareció patético, vergonzoso y nada honesto.

Por eso prefiero centrarme en una joven que hace tiempo viene siendo honesta, aunque a veces se le va la moto: More Rial.

Sí, la quieren o la odian, y a ella poco le importa, aunque hace poco estuvo ventilando algunas intimidades sobre su vida, con su honestidad brutal.

Los otros días dijo que de Silvia D’Auro, su madre durante toda su vida, hace 10 años que “brilla por su ausencia” y que no conoce a su hijo, producto de su mediática relación con Facundo Ambrosini.

Aunque More no se quedó ahí, y como no podía ser de otro modo dijo que espera que su próximo pretendiente (cómo me saltan los años) haya terminado con “su etapa de imbécil”.

¿Y cuándo va a madurar la More?, le pregunté a mi amiga Irene.

Bueno, ella puede criticar y quejarse porque es honesta con lo que dice.

Sí, la chica es honesta y dice lo que siente y piensa, pero eso no quita que cada comentario que hace está cargado de violencia. Y, honestamente, creo que sería bueno que si no tiene nada bueno para decir, que no diga nada.