COLUMNA FARANDULERA

Fabiola bouvier

Cuando seguía acongojada por el final de la relación de Sebastián Yatra y Tini Stoessel (sí, ya sé que hace más de un mes que pasó), me llama mi amiga Irene para contarme que Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés también terminaron su relación.

Claro que lo de ellos es peor, porque llevaban ocho años juntos, tienen un hijo en común y esa relación le valió a los dos su enemistad con Sebastián Ortega.

¿Y cuáles fueron los motivos?, quise saber.

Por ahora lo que entendí fue que la cuarentena los agotó como pareja. Pero ya salieron a decir que se desean lo mejor.

Qué extraño. Te entiendo en el caso de una que vive en cuatro metros cuadrados, pero estos que tienen casa aparte, ¿qué cuarentena los separó? Me parece que estos no se bancaban mucho y estar encerrados todo el día no hizo más que empeorar la cosa, le dije.

Sí, pero mirá que ella estuvo dando “señales” de deterioro durante estos meses de pandemia.

¿Qué hizo?, ¿anduvo dando señales de humo?

No, más sencillo, anduvo publicando fotos suyas sin el anillo de compromiso de oro rosado.

A la pucha, con razón le dije a mi amiga. Cuando se sacan la alianza es mal presagio, le dije.

Sí, y además viste que ella es muy de perfil bajo, nada que ver con Marcelo y su mediático clan. Si a eso se le suman la etapa de dirigente futbolero y las ganas de Tinelli de entrar a la política, hacen un combo perjudicial hasta para la pareja más sólida.