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La lasagna seductora pero fallida de Natalia Oreiro

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Natalia Oreiro. Foto: Difusión

Por estos días, a la actriz uruguaya la vemos hasta en la sopa.

Estos días le he visto la cara a Natalia Oreiro hasta en la sopa, porque con el asunto de que se estrena la película de Gilda, que con mis amigas ya tenemos reservada la noche de hoy para ir a ver en el estreno, la han entrevistado en todos lados.

Hace unos días la vi preciosa con Susana Giménez, después leí una entrevista acá, la escuché en la radio, hoy sale otra nota de ella en este diario. Todos los portales de chimentos de Argentina levantaron sus fotos con un Dolce & Gabanna en la avant première que se hizo en Buenos Aires. ¡El otro día hasta la escuché hablando de cómo la nueva colección de Las Oreiro se inspiró en Grecia!

Es la mujer del momento y está perfecto, porque además es uruguaya y a mí me encanta. Es talentosa, profesional, perfil bajo, cero escándalo y encima tiene esa figurita y esa cara que no se pueden creer. Parece salida de otra época esta chica.

Pero lo que más me importó de todo lo que escuché estos días es que contó que con Ricardo Mollo, el marido de ella que creo que le lleva unos cuantos años de ventaja (pillo ese Mollo), antes de ser pareja eran compañeros de yoga. ¿Será posible ser tan cancheros?

Parece que iban juntos a yoga y ella lo invitó a cenar con otros más a la casa, y se pasó todo el día preparándole una lasagna vegetariana (los dos son vegetarianos), porque se ve que cree eso de que a los hombres se los conquista por el estómago. Yo también adhiero.

Lo gracioso es que Mollo estaba apurado y se fue antes de probar bocado. ¡Pobre Nati! ¡Toda la tarde en la cocina y el hombre se le va sin probar lo que le había hecho para él! Por suerte la historia tuvo un final feliz y hacen una pareja preciosa que tiene un hijo precioso, más allá del nombre raro. A mí me encanta todo lo que tiene que ver con la Oreiro, pero esta historia me pareció tan simpática que se las quería compartir para que vean que es tan perfecta que hasta lasagna prepara.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Natalia Oreiro. Foto: Difusión

COLUMNA FARANDULERAANTONIA RÍOS

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