COLUMNA FARANDULERA

Fabiola Bouvier

Mirá que la farándula argentina es generosa, le dije a mi amiga Irene que me llamó con el nuevo chisme de Esmeralda Mitre.

¿Qué le pasó ahora a la heredera más conocida de la televisión argentina?; le pregunté a mi amiga.

Bueno, ¿te acordás que la chica se fue del Cantando porque perdió en los votos contra Lizardo Ponce?, bueno, no fue así.

Pero qué decís amiga, le dije, si todos vimos cuando Ángel de Brito sacaba el sobre que decía que se iba Esmeralda.

Sí, pero en el mundo de Esmeralda Mitre, eso no pasó. El otro día anduvo contando que fue ella quien renunció al programa pese a los intentos del mismísimo Marcelo Tinelli por lograr que se quedara en el certamen dado que su presencia ayudaba mucho con el rating.

Amiga, pareciera que estamos hablando de dos personas distintas. Yo vi que ella se iba y se despedía de Moria a quien le agradecía por todo. ¿No fue así?

A esta altura ya dudo de cómo me llamo, porque yo también miré el programa, pero la chica salió ahora a decir que su salida ya estaba programada de antes.

Me encanta, le dije a mi amiga. En tiempos donde estamos pendientes de lo que se ve en la televisión y sobre los comentarios de los famosos, me encanta que Esmeralda Mirte viva en una burbuja donde ella es la que canta y actúa bien, la que genera rating con su sola presencia y la que decide que ya no se puede quedar pese a la insistencia del dueño del circo. Quiero estar en el lado Esmeralda de la vida.